La iglesia de San Esteban, zahúrda para descerebrados

Badulaques, larvas asociales, gente de escaso seso, poco cabal, han vuelto a tomar el pórtico del templo románico de San Esteban como zahúrda, pocilga de cerdos, en la que arrojan sus excrecencias mentales y físicas, como evidencia la fotografía de Chelo Uceda Leal.

Ignoro si la autoridad eclesiástica comunicará a la autoridad civil tales vandalismos, pero los zamoranos que amamos nuestro patrimonio histórico exigimos ya la toma de medidas, de manera urgente, para evitar estos desmanes y sancionarlos como es menester. Zamora acabará por ser ejemplo de conductas enemigas de la historia monumental.