PERSONAS
Lorena San Román: tatuadora de almas
Zamora perdió empleo en el último mes del año 2021, mientras España registraba cifras muy positivas. Parece nuestro sino. ¿Quién se atreve a invertir en nuestra tierra? Empezó enero y ya hay un autónomo menos, una mujer, Lorena San Román, tatuadora profesional, modeladora corporal, pintora y escultora, ya no aguantaba más y decidió cerrar su Rizzo Tattoo, un centro que ha dejado huella en muchos hombres y mujeres, de Zamora y de otros lares, que eligieron a esta mujer vasca, pero de ascendencia sanabresa y benaventana, para que su piel se convirtiese en el lienzo sobre el que ella se inspirase.
Lorena ha sido mucho más que una artista, porque su personalidad deja huella en las personas que la trataron, durante estos seis años que tatuó en su estudio, sito en la calle Palomar. Fuerte personalidad que cobija un alma sensible; femenina, pero jamás cursi; bella, pero sin querer emular a una tonta guapa; joven, pero con callo en los adentros. Lo tuvo todo, pero prefirió buscarse la vida. Sus cuitas, que las tiene, que la azuzan por los cuatro puntos cardinales, las evita con sus sonrisas, con sus ferocidades, en metáfora de Miguel Hernández.
Su vida son sus hijos, una pareja, niña y niño, guapos e inteligentes. Todo por la felicidad de sus peques; nada si no es para Zoe y Aray. Los educa sin mimos, pero les da lo necesario. No existen los caprichos, pero no les falta nada de lo que considera indispensable. No mira por ella. Demasiados años de su vida se los entregó a los demás. Y casi siempre perdió. No se lamenta. No miente. Por lo tanto, huye de los que mienten. No le gusta que la quieran de palabra. Solo admite hechos, así conoce a amigos y potenciales amantes. Los verbos los desprecia si no se comparecen con la realidad.
A partir de ahora, buscará en la vida el premio a su esfuerzo, a sus desvelos, a su laboriosidad. Si existe la justicia, hallará recompensas. Se lo merece. Mientras tatuará almas a la gente que la aprecia y le hable con la verdad.
Personas, más allá de su sexo, de ser varón o mujer, pertenecen a una rara especie, la que combina altruismo, sinceridad y personalidad. Lorena, deja huella y tatúa almas.
Eugenio-Jesús de Ávila
Zamora perdió empleo en el último mes del año 2021, mientras España registraba cifras muy positivas. Parece nuestro sino. ¿Quién se atreve a invertir en nuestra tierra? Empezó enero y ya hay un autónomo menos, una mujer, Lorena San Román, tatuadora profesional, modeladora corporal, pintora y escultora, ya no aguantaba más y decidió cerrar su Rizzo Tattoo, un centro que ha dejado huella en muchos hombres y mujeres, de Zamora y de otros lares, que eligieron a esta mujer vasca, pero de ascendencia sanabresa y benaventana, para que su piel se convirtiese en el lienzo sobre el que ella se inspirase.
Lorena ha sido mucho más que una artista, porque su personalidad deja huella en las personas que la trataron, durante estos seis años que tatuó en su estudio, sito en la calle Palomar. Fuerte personalidad que cobija un alma sensible; femenina, pero jamás cursi; bella, pero sin querer emular a una tonta guapa; joven, pero con callo en los adentros. Lo tuvo todo, pero prefirió buscarse la vida. Sus cuitas, que las tiene, que la azuzan por los cuatro puntos cardinales, las evita con sus sonrisas, con sus ferocidades, en metáfora de Miguel Hernández.
Su vida son sus hijos, una pareja, niña y niño, guapos e inteligentes. Todo por la felicidad de sus peques; nada si no es para Zoe y Aray. Los educa sin mimos, pero les da lo necesario. No existen los caprichos, pero no les falta nada de lo que considera indispensable. No mira por ella. Demasiados años de su vida se los entregó a los demás. Y casi siempre perdió. No se lamenta. No miente. Por lo tanto, huye de los que mienten. No le gusta que la quieran de palabra. Solo admite hechos, así conoce a amigos y potenciales amantes. Los verbos los desprecia si no se comparecen con la realidad.
A partir de ahora, buscará en la vida el premio a su esfuerzo, a sus desvelos, a su laboriosidad. Si existe la justicia, hallará recompensas. Se lo merece. Mientras tatuará almas a la gente que la aprecia y le hable con la verdad.
Personas, más allá de su sexo, de ser varón o mujer, pertenecen a una rara especie, la que combina altruismo, sinceridad y personalidad. Lorena, deja huella y tatúa almas.
Eugenio-Jesús de Ávila
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