DENUNCIAS
De parada a parada de bus por un euro, la espera es gratis
Las marquesinas hacen notar su falta de mantenimiento
Después de mucho tiempo, se conseguía la marquesina de la avenida del Mengue. Sobradas razones había empujado tanto a la asociación de vecinos, como a algún grupo político a pedirla, en reiteradas ocasiones. Desde su colocación, las personas que esperan el autobús, pueden sentarse, refugiarse de la lluvia y protegerse de otras inclemencias del tiempo, que se acentúa en ese punto, por la proximidad del rio y la falta de edificios que ofrezcan algo de resguardo. Lástima que el viento se haga notar al faltar desde hace tiempo un cristal lateral, que algún día lo repondrán. Tantos otros sitios donde para el bus, aun reconociendo que por la situación en todos no se puede, no disponen de una simple marquesina.
De marquesina y hasta de cualquier indicación que pueda hacer saber, que línea de bus pasa y a qué horas lo hace, carecen muchas paradas. Algunas paradójicamente hasta mantienen el mástil en color azul para la colocación de los pertinentes letreros, que faltan, o quizás nunca se pusieron. Desde luego que para los habituales ni falta que hace, como para aquellos que con el móvil se apañen, que no es todo el mundo. Para el resto, supondrá un problema, no saber cuándo pasa y cuando lo hace a donde lleva el bus.
Es pretensión administrativa reducir el uso del vehículo particular, a favor del colectivo, que en Zamora se llama autobús, pero no se dan las condiciones para facilitarle al ciudadano, que utilice este transporte. Y, ello aunque supone un coste para el ayuntamiento que somos todos, que paga la diferencia entre el cuantía real del viaje que resulta superior al euro que cada usuario abona por el billete.
Como en otras tantas cosas, tenemos diferencias en los puntos establecidos para subir al bus, los que esperan a cubierto, y los que lo hacen a la intemperie. Aunque tampoco tengan mucha confianza en que los que disponen de techo acristalado o metálico según cada caso, siga así por mucho tiempo, porque ya se hacen notar ciertos descuidos en la conservación. Cuando se rompe, están en la calle y hay accidentes, cualquiera de los cristales, roto seguirá. Y, si la rotura es total, el servicio de la limpieza, retirara los fragmentos, pero el del manteamiento de las marquesinas, no procederá a reponer el vidrio. El viento caprichoso, se hará notar, para los que buscan el resguardo. Más adelante habrá que decirles la conveniencia de que apliquen una capa de pintura, que el óxido ya empieza a hacerse notar, en las partes metálicas, especialmente en las más próximas al suelo.
Manuel Herrero Alonso
Después de mucho tiempo, se conseguía la marquesina de la avenida del Mengue. Sobradas razones había empujado tanto a la asociación de vecinos, como a algún grupo político a pedirla, en reiteradas ocasiones. Desde su colocación, las personas que esperan el autobús, pueden sentarse, refugiarse de la lluvia y protegerse de otras inclemencias del tiempo, que se acentúa en ese punto, por la proximidad del rio y la falta de edificios que ofrezcan algo de resguardo. Lástima que el viento se haga notar al faltar desde hace tiempo un cristal lateral, que algún día lo repondrán. Tantos otros sitios donde para el bus, aun reconociendo que por la situación en todos no se puede, no disponen de una simple marquesina.
De marquesina y hasta de cualquier indicación que pueda hacer saber, que línea de bus pasa y a qué horas lo hace, carecen muchas paradas. Algunas paradójicamente hasta mantienen el mástil en color azul para la colocación de los pertinentes letreros, que faltan, o quizás nunca se pusieron. Desde luego que para los habituales ni falta que hace, como para aquellos que con el móvil se apañen, que no es todo el mundo. Para el resto, supondrá un problema, no saber cuándo pasa y cuando lo hace a donde lleva el bus.
Es pretensión administrativa reducir el uso del vehículo particular, a favor del colectivo, que en Zamora se llama autobús, pero no se dan las condiciones para facilitarle al ciudadano, que utilice este transporte. Y, ello aunque supone un coste para el ayuntamiento que somos todos, que paga la diferencia entre el cuantía real del viaje que resulta superior al euro que cada usuario abona por el billete.
Como en otras tantas cosas, tenemos diferencias en los puntos establecidos para subir al bus, los que esperan a cubierto, y los que lo hacen a la intemperie. Aunque tampoco tengan mucha confianza en que los que disponen de techo acristalado o metálico según cada caso, siga así por mucho tiempo, porque ya se hacen notar ciertos descuidos en la conservación. Cuando se rompe, están en la calle y hay accidentes, cualquiera de los cristales, roto seguirá. Y, si la rotura es total, el servicio de la limpieza, retirara los fragmentos, pero el del manteamiento de las marquesinas, no procederá a reponer el vidrio. El viento caprichoso, se hará notar, para los que buscan el resguardo. Más adelante habrá que decirles la conveniencia de que apliquen una capa de pintura, que el óxido ya empieza a hacerse notar, en las partes metálicas, especialmente en las más próximas al suelo.
Manuel Herrero Alonso






















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