El PP no ha dejado de ser otra cosa hasta hoy que el mayordomo del PSOE

El PP desde la gran victoria de Rajoy y la formación de su primer gobierno, tras el descalabro electoral del PSOE, con España en quiebra económica y moral, se convirtió en el mayordomo del socialismo español, el más radical, desde ZP, de Europa, solo comparable al PSOE de Largo Caballero, el Lenin español. Argumentaré este aserto, no sin antes recordar y viajar al pasado, cuando Fraga demostraba su felicidad por ser calificado como el jefe de la Oposición por Felipe González. ¡Qué pena: un hombre tan culto y honrado como don Manuel, pero tan cándido!

El PP, desde que Aznar venciera, por la mínima al felipismo, dedicó sus tareas de gobierno a corregir los profundos errores del PSOE. Felipe dejó España en quiebra. No es opinión subjetiva. Acuda quien lo dude, quizá el hooligan socialista, a los datos económicos del país cuando el socialdemócrata y encantador de serpientes andaluz salió de La Moncloa después de 14 años de presidir el ejecutivo.

Cuando Rajoy forma Gobierno, recibe otra situación calamitosa en lo económico y lo social. El registrador de la propiedad, principal artífice del ascenso al poder de Sánchez, solucionó la crisis, encargando a Montoro una política impositiva brutal: jamás se “robó” tanto desde el Estado a las clases medias. No lo mejoraría ni el partido comunista más anacrónico. Después, Rajoy se encargó de no tocar leyes tan dañinas para los conservadores españoles como la de la Memoria Histórica (si es memoria no es historia y si es historia no es memoria, un oxímoron ideológico); mantuvo la Ley del Aborto, que tanto había protestado desde la calle y continuó con las mismas políticas que ZP diseñó para conceder a ETA lo que pedía.

La moción de censura esclarece todavía más el papel de siervo del PSOE que ejerce el  PP. Rajoy podría haber convocado elecciones legislativas, para evitar que Pedro Sánchez alcanzara la Presidencia del Gobierno, apoyado por comunistas de 1848; racistas catalanes y vascos, más etarras y ERC, partido fascista catalán, autor de dos golpes de Estado en los años 1926 y 1934. Pero prefirió "cocerse" en un restaurante cercano al hemiciclo con personas de su confianza en el whisky. Temía que el Ciudadanos de Albert Rivera se erigiese como el partido de centro y derecha más importante de España.

El porqué de mi hipótesis política lo explico. La moción de censura se celebró durante los días 31 de mayo y 1 de junio, sábado, de 2018. El lunes, el ex presidente concedió una entrevista a Carlos Herrera, extraordinario periodista, además de médico, que ejerce como confesor de la gente del PP cuando padece cuitas políticas. En el trascurso de ese cara a cara con el locutor y escritor andaluz, Rajoy se jactó de que a él lo habían echado mediante una moción de censura de las izquierdas, pero no en las urnas. De forma implícita, el ya registrador de la propiedad demostraba que prefirió como forma de abandonar la política colocar al PSOE, con sus socios antiespañoles, que no sufrir una derrota electoral histórica. Por lo tanto, el PP se mostraba, de nuevo, en su papel de mayordomo del PSOE.

Me traslado a tiempos más cercanos. Si había una parlamentaria con talento, cultura, muy superior a todos los que se sientan en la banca azul y sus socios, capaz de alterar a un tipo tan contenido como Pablo Iglesias, excelente actor, esa era la aristócrata Cayetana Álvarez de Toledo. Ojo al dato. Al izquierdista clásico duques, marqueses y condes le causan náuseas. Advierto que hubo  entre los bolcheviques  aristócratas y que Bakunin, el genio anarquista, también lo fue.

Perdón por la disquisición histórica. Prosigo con el PP y sus servidumbres al socialismo patrio. Como Cayetana hacía mucho daño al gobierno y sus socios, como nadie la paraba dialécticamente, Casado y el campeón del mundo de lanzamiento con la lengua de huesos de aceituna, la echaron. Y eligieron a una pobre mujer, riojana,  sin agallas, triste, melancólica, para ejercer ese trabajo, esencial, en el parlamento.

Avanzo.  El Dúo de la Pelusa, Casado&Egea, toleró que el Gobierno  incumpliera la Constitución en dos ocasiones durante el confinamiento. Nunca se construyó un redil tan descomunal como en la España de la Covid-19.

Colofón. Díez Ayuso, doña Isabel, sin apenas ayuda de Génova, abandonada a su suerte, humilló en las urnas al socialcomunismo español, porque, contrariamente al resto de populares, ni se siente inferior moralmente a los izquierdistas, ni se arredra ante los ataques a Madrid, que parece Zaragoza durante la Guerra de la Independencia; ni se avergüenza de ser liberal.

Entonces, Casado y Egea vuelven a hacerle otra favor a Sánchez y a la izquierda española: empiezan con putaditas a la bella y corajuda Isabel, que resiste, en silencio.  Le encargan un trabajo a una agencia de detectives para espiarla. Después reciben documentos sobre tratos de favor otorgados a su hermano, al parecer, facilitados por Hacienda, traduzco Gobierno, que tampoco debe estar muy seguro del material recogido sobre la presidenta de Madrid, porque, de haber tenido algo fiable, el PSOE ya se habría encargado de cazar la pieza mayor que más esquiva se le muestra al sanchismo.

Pero, no, el trabajo sucio lo hace el mayordomo del socialismo español, para que Pedro Sánchez se muestre como presidente magnánimo, mientras la prensa sectaria se dedique a potenciar el asunto.

Los españoles que nunca votarán opciones de izquierdas se han quedado sin partido. El PP ya es un cadáver. Habrá que enterrarlo. Feijóo tiene ya la pala.

Recuerdo ahora el Congreso del PP en Valencia, año 2010, cuando Rajoy invitó a los liberales a fundar su propio partido, porque sobraban en el que él iba a presidir. Es de suponer, que Sánchez eche una mano a este moribundo porque lo necesita para que el PSOE gobierne cuando gobierna y sigue mandando cuando no  gobierna.

Perdón. Me olvidaba del voto equivocado del diputado del PP, que sirvió para que saliera adelante la La Reforma Laboral del Gobierno. Hecho inexplicable que escapa a la razón. Un favor más del mayordomo a su señorito.

Eugenio-Jesús de Ávila