Al descubierto el misterio de la baliza del Castillo
Simplemente alerta: lleva años haciéndolo, de la falta de una de las losas
Son unas barreras de colores llamativos, rojas o blancas, utilizadas de forma eventual, para advertir del desvío o corte del tráfico en una calle. Lo cual, no impide que también sean utilizadas para señalizar un peligro ocasional, de cualquier tipo, en la vía pública. Estarán allí convenientemente mientras este riesgo persista, se conocen como balizas o New jersey. Permiten además su llenado de agua, lo cual hace que se fijen en el punto de su colocación y sea más dificultoso su traslado, por acción del viento, o en su caso de la mano humana gamberra.
Ahora bien, si su misión es meramente temporal, cuando se perpetúan en un punto durante un largo periodo, suponemos que algo pasa. En efecto, cuando después de no meses, sino años comprobamos que sigue en el mismo sitio la baliza en la pasarela de piedra, junto al foso del castillo, esquina izquierda, a pocos metros de la puerta principal. El misterio que pudiera esconder debe de ser grande. No. simplemente suple la falta de una de las losas, bajo ese espacio que ocupa hay un hueco con bordillos a ambos lados, similares a los de cualquier acera, poco más. Cierto que su presencia es adecuada, para proteger de que el pie de alguien acabe en el agujero. Pero, lo que no resulta tan convincente es que se haya pasado años allí, sin que nadie de este nuestro ayuntamiento proceda a colocar una pieza en su sitio y retirar el llamativo new jersey. Es más, la memoria fotográfica, hace saber, que no siempre ha sido esa baliza la que ha ocupado ese lugar, con anterioridad era otra de menores dimensiones que la actual, la que cumplía con esta misión.
Y, es que nos acostumbramos a ver ya como permanente, lo que debería ser solo por un breve periodo, y que en ese caso resultaría, entendible. Así, podemos señalar otros casos que también han caído en la desidia de una administración municipal trasnochada, incapaz hasta de reparar esas pequeñas cosas. O, nadie se ha fijado en la señal que hay en la Puerta de la Feria, donde, de momento está la entidad bancaria, que se supone advierte de una colisión que afecto a la valla metálica. Pues sepan, que ya tiene sus meses, y más que le falta suponemos, hasta que sea reparada y por tanto deje de tener sentido su presencia.
Otras, suponemos olvidadas, mencionemos la que un día sirvió para algo y que nadie pasó posteriormente a recoger, en la avenida de Obispo Acuña, en la acera superior del parque para perros. Allí sigue. Quedan las de quita y pon, como las que encontramos, con relativa frecuencia en la misma Plaza Mayor en la entrada de la calle de Los Herreros, cuando si no está, señalando el problema de hundimiento de los sumideros, no tardará en volver a estar la señalización. Menos arreglarlo definitivamente, cualquier cosa, es esperable.
Manuel Herrero Alonso
Son unas barreras de colores llamativos, rojas o blancas, utilizadas de forma eventual, para advertir del desvío o corte del tráfico en una calle. Lo cual, no impide que también sean utilizadas para señalizar un peligro ocasional, de cualquier tipo, en la vía pública. Estarán allí convenientemente mientras este riesgo persista, se conocen como balizas o New jersey. Permiten además su llenado de agua, lo cual hace que se fijen en el punto de su colocación y sea más dificultoso su traslado, por acción del viento, o en su caso de la mano humana gamberra.
Ahora bien, si su misión es meramente temporal, cuando se perpetúan en un punto durante un largo periodo, suponemos que algo pasa. En efecto, cuando después de no meses, sino años comprobamos que sigue en el mismo sitio la baliza en la pasarela de piedra, junto al foso del castillo, esquina izquierda, a pocos metros de la puerta principal. El misterio que pudiera esconder debe de ser grande. No. simplemente suple la falta de una de las losas, bajo ese espacio que ocupa hay un hueco con bordillos a ambos lados, similares a los de cualquier acera, poco más. Cierto que su presencia es adecuada, para proteger de que el pie de alguien acabe en el agujero. Pero, lo que no resulta tan convincente es que se haya pasado años allí, sin que nadie de este nuestro ayuntamiento proceda a colocar una pieza en su sitio y retirar el llamativo new jersey. Es más, la memoria fotográfica, hace saber, que no siempre ha sido esa baliza la que ha ocupado ese lugar, con anterioridad era otra de menores dimensiones que la actual, la que cumplía con esta misión.
Y, es que nos acostumbramos a ver ya como permanente, lo que debería ser solo por un breve periodo, y que en ese caso resultaría, entendible. Así, podemos señalar otros casos que también han caído en la desidia de una administración municipal trasnochada, incapaz hasta de reparar esas pequeñas cosas. O, nadie se ha fijado en la señal que hay en la Puerta de la Feria, donde, de momento está la entidad bancaria, que se supone advierte de una colisión que afecto a la valla metálica. Pues sepan, que ya tiene sus meses, y más que le falta suponemos, hasta que sea reparada y por tanto deje de tener sentido su presencia.
Otras, suponemos olvidadas, mencionemos la que un día sirvió para algo y que nadie pasó posteriormente a recoger, en la avenida de Obispo Acuña, en la acera superior del parque para perros. Allí sigue. Quedan las de quita y pon, como las que encontramos, con relativa frecuencia en la misma Plaza Mayor en la entrada de la calle de Los Herreros, cuando si no está, señalando el problema de hundimiento de los sumideros, no tardará en volver a estar la señalización. Menos arreglarlo definitivamente, cualquier cosa, es esperable.
Manuel Herrero Alonso


















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