Viernes, 07 de Noviembre de 2025

Francisco Iglesias Carreño
Sábado, 26 de Marzo de 2022
NUESTRA HISTORIA

Las pueblas urbanas de Zamora

[Img #64030]Las Pueblas medievales parecen tener su origen, en algunos casos, alrededor de las fortificaciones amuralladas edificadas en aquella época histórica y puede que originadas, tal vez, con ocasión de eventos militares y/o de trasiegos varios (sociales, económicos, religiosos, pandemias, …) y a veces, con otros supuestos,y en forma que parece contrastada, motivadas por necesidades defensivas que se originan con el establecimiento escriturado de una documental fundación.

 

En sus orígenes medievales se situaban cuasi tangencialmente, en su amplia generalidad, a extramuros de las urbes que disponían de un baluarte y/ o recinto perimetrado por una muralla (generada con diversos tipos constructivos) y hacían participada vida mixta entre las propias ciudadelas y el alfoz de las mismas, sin que ello, tras lo indicado, tampoco contradiga lo que, en sí mismas, son fundaciones ejecutivas, de los soberanos y/o nobles de la época, de poblamientos organizados.

 

Las Pueblas, y en algunos casos, podrían ser sitios habitacionales formados por poblados (conformados por una yuxtaposición de habitáculos tal vez de utilidad mediata y práctica), con un cierto abigarramiento social, que quedaban ubicados, y en principio, a extramuros de la propia urbe y que no estaban en su mediata defensa, que transcurría tras el diario reglado cierre nocturno, y/o en casos de latente alerta o declarado peligro, de todas las puertas de la muralla.

 

La urbe amurallada de la leonesa ciudad de Zamora, durante la Edad Media -.- donde experimenta diversas reconstrucciones de su recinto murado -.-, también parece ser que disponía, y  en la proximidad de sus impresionantes murallas y de sus fosos defensivos, de varias Pueblas exteriores que contribuían  a dinamizar la vida integral (social, económica, ambiental, religiosa, … y acaso política) de aquellos momentos históricos.

 

Entre las noticias, que alguna vez hemos cotejado y que pudieran haber sido objeto de estudios profesionales varios (históricos, sociales, económicos, geográficos, antropológicos, militares, turísticos, ...), sobre la Edad Media en la Corona Leonesa, que hacen explícita referencia al entronque en el Regnum Imperium Legionensis de la urbe de Zamora y de su extraordinaria importancia logística, nos ha parecido encontrar  referencias sobre, ¡y en plural!, sus varias Pueblas.

 

En tales denominaciones locales zamoranas, por ende de la general leoneseidad hispánica, de entre las que hemos manejado, nos hemos encontrado con los siguientes identificativos nombres : (1ª) Puebla de San Lorenzo, (2ª) Puebla de Cabañales, (3ª) Puebla del Valle, (4ª) Puebla de La Lana, (5ª) Puebla de La Feria, (6ª)  Puebla de La Vega, (7ª) Puebla de Santa Susana, (8ª) Puebla del Espíritu Santo, (9ª) Puebla de Santa Maria del Camino,… que se adscribían a espacios/territorios/ámbitos semiurbanos exteriores situados, en algún momento de la Edad Media -.- de la leonesa y amurallada ciudad de Zamora -.-, ubicados extramuros de la propia urbe, con orientación hacia el sur en (1ª) y (2ª), al sureste (3ª), al noreste (4ª), al norte (5ª)(7ª)(8ª) y  al noreste (9ª).

 

Queremos recordar, aunque es algo muy conocido, que el perímetro amurallado zamorano no es algo fijo e inmutable a lo largo del proceso histórico de toda la Edad Media de  la Corona Leonesa,  ya que se va cambiando procesualmente, jalonando unas nuevas cuantificadas concreciones territoriales con la incorporación por agregación de algunos  los predios más próximos.

 

El inicial casco histórico de Zamora, estaría situado, como posibilidad apreciable, entre los reinados del asturiano Alfonso III “El Magno”-.- por intervención del Conde Odario-.- y el navarro Fernando I “El Grande” consorte de Sancha I de León, e iría  pasando de un tamaño inicial de 12´5 ha. -.- en el testero pedroso iniciático con  una dimensionalidad aproximada de una longitud de 500 m por una anchura de 250 m -.- que correspondería al primer recinto -.-, para después devenir,con añadidos sucesivos de 32 ha.  -.- del segundo recinto -.- y 13 ha -.- del tercer recinto -.-, lo que nos llevaría a una apreciable totalización del espacio tras el cerco amurallado zamorano de unas 57´5 ha. [Con algunos datos tomados de sendas publicaciones, a cuyas autoras, por mí admiradas, entusiásticamente felicito].

 

Todo hace suponer, situándonos  en la urbe adaliz leonesa de Zamora que, en algún momento del [1º] “proceso constructivo y/o reconstructivo” (por motivación de alguna causa bélica antecedente), se pasó [2º] a la “fase de ampliación” de su  recinto amurallado, efectuándose un ostensible aumento espacial con unas nuevas concretas y muy significadas ampliaciones perimetrales de su recinto amurallado.

 

Tales ampliaciones de las murallas zamoranas-.- que eran baluarte del dinámico sistema de [1º] la Corona Asturiana y después, y en seguimiento, de [2º] la Corona Leonesa -.-, y por ende con aportes de, y con técnicas más cercanas, nueva construcción murada, se establecieron, en una primera ampliación sobre la atalaya mesetaria de Zamora ( una especie de isla inicial entre los cauces del Río Duero y del Río Val-de-Raduey), que incluiría La Puebla de La  Lana, para después, en otra ampliación posterior, en la zona próxima a la rivera derecha del río Duero (en la cercanía de su cota hidrológica y de su nivel de equilibrio) a su paso ante la ciudad de Zamora, englobando con ello, en lo que supondría  nueva redefinición del cerco zamorano, a todo el ámbito de lo que constituía La Puebla del Valle.

 

Con tal proceder en el diseño ampliativo sobre el recinto amurallado zamorano, tanto en La Puebla de La Lana como en  la llamada La Puebla del Valle (que hoy día contemporaneamente conocemos/ubicamos/posicionamos como el Barrio de La Lana y los Barrios Bajos), se pasa a engrosar territorialmente, formando parte integral asociada y conjunta,  en lo que entendemos que, y  a todos los efectos, se establece una nueva conformación perimetral de Zamora.

 

Entre las ventajas que experimentan, con esta nueva disposición, tanto La Puebla de La Lana como La Puebla del Valle, está incluido el de la defensa y/o protección militar de la época medieval -.- pudiera ser la de 1086 (después de aquel heróico 1072, en el que ahora estamos por el “CML aniversario” de “El Cerco de Zamora”) -.-  e incluso de la Edad Moderna -.- sea en 1476 con el apoyo a Isabel I de León -.- y de la Edad  Contemporánea -.- sea en 1809 sufriendo el cerco de las tropas francesas que tomaron la ciudad al asalto -.- , de la urbe leonesa de Zamora.

 

Tal proceso ampliador precedente no tiene lugar sobre las otras Pueblas urbanas, de las ya consideradas de la estratégica urbe de Zamora, las que conocemos como (1ª) Puebla de San Lorenzo, (2ª) Puebla de Cabañales, (5ª) Puebla de La Feria, (6ª)  Puebla de La Vega, (7ª) Puebla de Santa Susana, (8ª) Puebla del Espíritu Santo, (9ª) Puebla de Santa Maria del Camino,....

 

En los casos de (1ª) Puebla de San Lorenzo, (2ª) Puebla de Cabañales, por una parte y de (5ª) Puebla de La Feria, (6ª)  Puebla de La Vega, (7ª) Puebla de Santa Susana, (8ª) Puebla del Espíritu Santo, (9ª) Puebla de Santa Maria del Camino, por otro lado cuya situación explícita de extramuros a la ciudad de ambo bloques y hasta extra-pontes del  primero,   se hace persistente su continuidad en el tiempo y llega a nuestros días, después de haber permanecido ambas tanto en la Edad Media, como en la Edad Moderna y todo el amplio y dilatado espacio temporal que ya llevamos de la Edad Contemporánea.

 

La Puebla de Cabañales y en lo de la cercanía también fue La Puebla de San Lorenzo alcanzaron  mucha difusión, incluso internacional, con ocasión de la publicación de aquel estudio llevado a efecto, sobre las Dueñas de Cabañales en el Siglo XIII, con el título “Laydes of Zamora” de autoría en el Dr. Peter Anthony Linehan. Tal  publicación trataba, desde su referencia literaria, de los secretos, estupro y poderes en una parte de la iglesia en el periodo de la Edad Media de la Corona Leonesa, centrado en un convento zamorano ubicado en La Puebla de Cabañales y tangencial a la Puebla de San Lorenzo.

 

La especificidad de La Puebla de La Feria,  ha permanecido nominativamente a lo largo del proceso histórico, incluso con anotaciones como Plaza de La Puebla y/o Calle de La Puebla, que no tienen nada que ver, desde nuestra consideración, salvo demostración en contrario, con la existencia de otras denominaciones de otros lugares muy distantes, que nos son igualmente muy apreciados y queridos a la vez que resaltados como ambiente comarcalizado norteño enraizado en la Corona Leonesa y señero de sus fundaciones,   de la geografía provincial zamorana, y que por su parecido lexicográfico pudieran posiblemente estar dando lugar, es un suponer que apuntamos, a algunos prescindibles equívocos rotulativos.

 

En el tangencial valle norte, que se extiende frente al recinto amurallado de Zamora, se forma a lo largo del proceso histórico, un amplio espacio donde se asientan junto a La Puebla de La Feria y  La Puebla de La Vega, toda  una situación precisa de  conformaciones/edificaciones/instituciones religiosas, los espacios de antiguos conventos como el de San Francisco de Arenales, Santo Domingo, …, además de las ermitas que fueron de San Susana y de Nª Sª de La Vega,  de otras edificaciones que son descritas por investigadores universitarios estudiosos y/o eruditos de los procesos históricos del espacio de la Corona Leonesa.

 

Es de agradecer, y así lo hacemos, el extraordinario trabajo de todos los investigadores que tanto contribuyen al mayor y  mejor conocimiento de nuestros ámbitos convivenciales de proximidad en otrora  y a los cuales debemos, en gran parte desde la originaria Hispania neovisigótica, y sus muy importantes Concilios Toledanos, a la que tanto contribuyeron “los cuatro Santos de Cartagena” y San Ildefonso patrono de la ciudad de Zamora -.- y en los restos de San Isidoro en la Colegiata Legionensis -.- , el aporte de nuestras constitucionales raíces y nuestra correspondiente,¡ muy importante y trascendente!, contribución alícuota a la común  España Nación.

 

Somos de este presente, con la realidad diaria de todas nuestras interacciones convivenciales en  nuestros respectivos hábitats, pero también anuamos a ello nuestro pasado, que hemos heredado de nuestras sagas ancestrales, en todos sus detalles y matices, que contribuyen a nuestra conformación personalizada, de la cual hace detallado escaparate nuestro preámbulo constitucional.

 

VALORIO 26-3-2022

 

 

Francisco Iglesias Carreño                                                                                                                                       

  Del Instituto de Estudios Zamoranos Florián D'Ocampo

 

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