PREGUNTA
¿Qué hay que celebrar, alcalde Guarido?
En estos días ha habido un cierto revuelo con dos decisiones del alcalde Guarido, que a VOX le parecen coherentes con su ideología, aunque no tanto con su cargo. Nos referimos a la prohibición que ha impuesto al Jefe de la policía local para que represente al Ayuntamiento en las procesiones y a la celebración del aniversario de la proclamación de la Segunda República, que sucedió por cierto sin la participación de los comunistas, ya que siguiendo las instrucciones de Stalin, declaraban su “rechazo a la república democrático-burguesa y apostaban por una república federativa soviética, de comités obreros y campesinos”.
El comunismo siempre se ha caracterizado por su incompetencia en la gestión, por su desprecio a la libertad, especialmente la religiosa, e incluso la falta de respeto a las víctimas de la violencia, si estas no son de izquierdas.
La incompetencia de la gestión comunista en Zamora es evidente, con una Ciudad que en sus 7 años de mandato no ha progresado. Está más sucia y no han mejorado sus condiciones de vida. No ha habido ninguna realización que aporte bienestar y atraiga población a la Ciudad, que ha pasado de 63.831 a 60.297 habitantes. Ese es su legado, además de sus ridículas campañas contra “los machotes” como hecho más relevante.
Respecto a la libertad religiosa, afortunadamente el comunismo en España no está en condiciones de aplicar las enseñanzas de sus santones. Algunas frases de sus teóricos son bien elocuentes sobre la opinión del comunismo sobre el hecho religioso y permiten entender las decisiones del Alcalde.
Para Marx “La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo de sin corazón, así como es el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el Opio del Pueblo”.
Bakunin proclama “Hago un llamamiento a la destrucción de la idea de dios”.
Lenin afirma que “El marxismo es materialismo. En calidad de tal, es tan implacable enemigo de la religión como el materialismo de los enciclopedistas del siglo XVIII” (precursores de los regímenes democráticos y de la separación de poderes).
Trostsky en 1940 decía que “La religión distrae la atención del conocimiento correcto a la ficción, y de la lucha por una vida mejor a falsas esperanzas en el Más Allá. La religión es el opio del pueblo. Quien no lucha contra la religión no merece el nombre de revolucionario”.
Con esta base teórica, es lógica la actitud del Sr. Guarido. Lo que sorprende es que haya quien se sorprenda.
A VOX no le sorprende que anteponga su visión del hecho religioso frente a su deber de representar a todos los zamoranos, incluso a los que no le han votado, que son la mayoría. La Semana Santa en Zamora es su principal seña de identidad, con una indiscutible raíz religiosa, que cada cual la vive a su manera en el ejercicio de su libertad. El Ayuntamiento representa a todos los zamoranos, y estos mayoritariamente viven estas celebraciones, y por ello, el Alcalde debería dejar de lado sus escrúpulos laicistas y hacer que el Ayuntamiento esté correctamente representado en estas celebraciones religiosas, en las procesiones.
Mientras, es muy libre de celebrar el aniversario del advenimiento de una república que el comunismo detestó por considerarla demócrata y burguesa. Pero que como el hecho religioso, tampoco cuenta con el aplauso de todos los zamoranos por razones diversas. No está de más recordar, hablando del hecho religioso, que esa república entre 1936 y 1939 asesinó al menos a 6.832 religiosos, incluidas 283 monjas, además de destrozar multitud de obras de arte de carácter religioso, en lo que ha sido el mayor ataque al patrimonio artístico español desde la invasión de Napoleón. Suponemos que en nombre de la libertad y la democracia, según se dice en el monolito que Guarido ha puesto en la Plaza del Mercado.
VOX Zamora
En estos días ha habido un cierto revuelo con dos decisiones del alcalde Guarido, que a VOX le parecen coherentes con su ideología, aunque no tanto con su cargo. Nos referimos a la prohibición que ha impuesto al Jefe de la policía local para que represente al Ayuntamiento en las procesiones y a la celebración del aniversario de la proclamación de la Segunda República, que sucedió por cierto sin la participación de los comunistas, ya que siguiendo las instrucciones de Stalin, declaraban su “rechazo a la república democrático-burguesa y apostaban por una república federativa soviética, de comités obreros y campesinos”.
El comunismo siempre se ha caracterizado por su incompetencia en la gestión, por su desprecio a la libertad, especialmente la religiosa, e incluso la falta de respeto a las víctimas de la violencia, si estas no son de izquierdas.
La incompetencia de la gestión comunista en Zamora es evidente, con una Ciudad que en sus 7 años de mandato no ha progresado. Está más sucia y no han mejorado sus condiciones de vida. No ha habido ninguna realización que aporte bienestar y atraiga población a la Ciudad, que ha pasado de 63.831 a 60.297 habitantes. Ese es su legado, además de sus ridículas campañas contra “los machotes” como hecho más relevante.
Respecto a la libertad religiosa, afortunadamente el comunismo en España no está en condiciones de aplicar las enseñanzas de sus santones. Algunas frases de sus teóricos son bien elocuentes sobre la opinión del comunismo sobre el hecho religioso y permiten entender las decisiones del Alcalde.
Para Marx “La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo de sin corazón, así como es el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el Opio del Pueblo”.
Bakunin proclama “Hago un llamamiento a la destrucción de la idea de dios”.
Lenin afirma que “El marxismo es materialismo. En calidad de tal, es tan implacable enemigo de la religión como el materialismo de los enciclopedistas del siglo XVIII” (precursores de los regímenes democráticos y de la separación de poderes).
Trostsky en 1940 decía que “La religión distrae la atención del conocimiento correcto a la ficción, y de la lucha por una vida mejor a falsas esperanzas en el Más Allá. La religión es el opio del pueblo. Quien no lucha contra la religión no merece el nombre de revolucionario”.
Con esta base teórica, es lógica la actitud del Sr. Guarido. Lo que sorprende es que haya quien se sorprenda.
A VOX no le sorprende que anteponga su visión del hecho religioso frente a su deber de representar a todos los zamoranos, incluso a los que no le han votado, que son la mayoría. La Semana Santa en Zamora es su principal seña de identidad, con una indiscutible raíz religiosa, que cada cual la vive a su manera en el ejercicio de su libertad. El Ayuntamiento representa a todos los zamoranos, y estos mayoritariamente viven estas celebraciones, y por ello, el Alcalde debería dejar de lado sus escrúpulos laicistas y hacer que el Ayuntamiento esté correctamente representado en estas celebraciones religiosas, en las procesiones.
Mientras, es muy libre de celebrar el aniversario del advenimiento de una república que el comunismo detestó por considerarla demócrata y burguesa. Pero que como el hecho religioso, tampoco cuenta con el aplauso de todos los zamoranos por razones diversas. No está de más recordar, hablando del hecho religioso, que esa república entre 1936 y 1939 asesinó al menos a 6.832 religiosos, incluidas 283 monjas, además de destrozar multitud de obras de arte de carácter religioso, en lo que ha sido el mayor ataque al patrimonio artístico español desde la invasión de Napoleón. Suponemos que en nombre de la libertad y la democracia, según se dice en el monolito que Guarido ha puesto en la Plaza del Mercado.
VOX Zamora




















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