El Zamora CF cuaja el mejor partido de la temporada y gana en Ferrol: 1-3

Jamás conocí que el Zamora CF jugara un partido en un Viernes Santo. Inédito. Pues hete aquí que el Simón de Cirene del buen fútbol ayudó a los rojiblancos a llevar la cruz de su clasificación en el feudo de uno de los mejores equipos de la categoría, el Racing de Ferrol, un club que llevaba once partidos sin perder, mientras que el Zamora no conocía la victoria en los últimos cuatro encuentros. Pero la primera parte del equipo de Yago Iglesias la calificó como la mejor de la temporada. Solo en El Sardinero se jugó con tanta calidad, pero ya sabemos que entonces el fútbol castigó al que menos se lo merecía.

Confieso que no creí que el Zamora CF trajese ni un solo punto de Ferrol después de la deriva futbolística de los últimos partidos, mas si los rojiblancos jugaban ante un equipo tan fuerte físicamente, con gente con gran envergadura, y jugadores de excelente calidad técnica. Pero quizá la tranquilidad, el sosiego de saberlo todo perdido, propició que los hombres de Yago Iglesias, desde el pitido inicial, saliesen a por la pelota, a tenerla, a pasársela con excelente técnica y desplegarse con peligro en ataque. Me sorprendió que el técnico gallego diese la titularidad a Donguo, pero, a posteriori, acertó plenamente, porque el jugador camerunés completó un excelente encuentro, marcó un tanto y, además, cargó de amarillas a sus marcadores, incluso alguno debió ver la roja.

En el minuto 5, Dani Hernández obligó a meta local a una gran intervención, tras el lanzamiento de una falta directa, rasa, que botó un metro antes de la portería. El Zamora fue, poco a poco, mandando en el campo, ante un sorprendido Racing, que no sabía como cortar el fútbol rojiblanco, que nacía en un extraordinario Luque, continuaba en un genial Dani Hernández mientras que Jorge Fernández buscaba las bandas para hacer daño a los verdiblancos. Parra, que volvía a la titularidad, y Jon Rojo, también se sumaban al ataque.

Y en el minuto 10, primer gol rojiblanco, generado en una maniobra de inmensa calidad de Dani Hernández en la medular propia, para abrir a la banda izquierda, donde entre Baselga y Rojo evitan a la zaga rival. El centro lo remata Jorge Fernández, quizá en fuera de juego. Desvía el meta gallego y Dongou marca a un metro del marco.

Un minuto después, un tirazo de Nieto golpeaba el travesaño de Pau Torres. Pero no se acongojó el Zamora, que siguió dominando a su rival, con un excelente fútbol, gestado en su propio campo. En una de esas ofensivas, Jorge Fernández se decidió a chutar desde la corona del área. Su disparo, a media altura, sorprendió al cancerbero local. Minuto 24 y el Zamora había marcado dos goles, hecho que escapa a la razón.

El Racing notó el tanto rojiblanco. El Zamora, también. Solo al término de la primera mitad, el cuadro verdiblanco metió en el área a los rojiblancos, pero más por fuerza que por calidad.

Al iniciarse la segunda mitad, Jordan sustituía a Parra, que ya tenía una amarilla. Iglesias quería así evitar una posible expulsión del lateral diestro, que, por otra parte, realizó una magnífica primera parte.

El árbitro, que no estuvo mal del todo, pudo haber expulsado a un zaguero local, que hizo una falta clarísima a Dongou, que se quedaba solo para encarar al portero gallego.

El Racing, en el primer cuarto de hora de la segunda entrega, metió al Zamora atrás, con balones desde las bandas, que buscaban el remate de Joselu, un excelente ariete, que va bien por arriba y a ras de césped. Pero Pau Torres resolvió el trabajo sin graves problemas.

En el minuto 50, volvió a ser objeto de falta cuando se iba solo al área local. Amarilla que pudo ser roja, porque el defensa era el último hombre ferrolano.

Pasados los veinte primeros minutos de la segunda mitad, triple cambio en el Racing, pues Parrado veía que el partido se le iba a su equipo. Metió gente fuerte y alta para buscar oportunidades en centros desde la banda y saques de esquina. Pero el Zamora ya jugaba con el cuadro ferrolano como el gato con el ratón. Cedió campo y esperó a enhebrar algún contragolpe. Y así fue, cuando en el minuto 73, una sensacional jugada del Zamora, que inició Dani Hernández, con apertura a la izquierda para que Jon Rojo pusiera un centro portentoso al área chica, provocaba el gol de Yanis, que, sin dejar caer la pelota, remató al fondo de las mallas. Increíble. Inaudito. Inédito. El Zamora marcaba tres goles en un partido y a domicilio.

Tardó en hacer el segundo cambio, Yago. Y ello sucedió en el minuto 76, cuando Juanan, un jugador al que tanto he echado en falta esta temporada, sustituía a un gran Dani Hernández.

El Racing buscó recortar distancias a la desesperada. Centros y centros, saques de esquina, a los que los hombres más poderosos entraban como posesos, poniendo en peligro la integridad de Pau Torres, que no es portero que destaque por su altura. No obstante, la acción de mayor peligro para la potería zamorana llegó en un desvió al poste de Torres, en un disparo raso desde fuera del área.

En el tramo final del choque, Navas relevó a Yanis, mientras el técnico gallego agotaba sus cambios. Y ya en el periodo de descuento, cuatro minutos, Assane y Losada sustituían a Jorge Fernández y a un Donguo que cuajó un buenísimo partido como titular.

Y, a falta de dos minutos, ya en la prolongación, error de Cordero que acaba por hacer un claro penalti al delantero local, que transformaría David Rodríguez.

La permanencia sigue siendo una utopía, pero mientras hay vida hay esperanza. Y jugando un fútbol tan exquisito como el de esta noche de Viernes Santo es posible que el Zamora resucite, no al tercer día, pero con fuerzas para disputar hasta el último punto de esta Liga.