PRIMERA RFEF
El Zamora no puede fallar ante el Tudelano
A las siete de la tarde, comienza un encuentro que hay que ganar para seguir soñando con la permanencia
Si el Zamora Club de Fútbol pretende conservar la categoría, debería ganar cinco de los seis partidos que restan para finalizar la competición. Mejor dicho, cuatro, porque los tres puntos ante el Extremadura hay que contarlos como sumados. Y uno de los que tiene que resolver de forma favorables es el que esta tarde, a partir de las 19.00 horas, le enfrenta al Tudelano en el Ruta de la Plata. Hay que ganar de cualquier manera. No obstante, cuando se juega bien al fútbol, lo normal consiste en que recojas la victoria. Los rojiblancos demostraron en Ferrol, ante el Racing, que saben jugar al fútbol, que no son tan malos. Ganaron con autoridad a un equipo que llevaba once jornadas consecutivas sin perder, al mejor tras el Racing y el Deportivo. El Zamora, como también demostró en el Sardinero no es inferior a nadie, pero sin incapacidad para golear y ciertos fallos en defensa y en la medular condenaron a una buena plantilla, a la que le ha faltado un delantero auténtico, a jugar cada partido como si fuera una final, al filo de la navaja.
El Tudelano, aunque parezca condenado al descenso, no es mal equipo. En el juego estático resulta peligroso porque tiene futbolistas que van muy bien en el juego aéreo. No habrá que ceder falta laterales ni saques de esquina, porque el Zamora muestra una gran debilidad en esta faceta del juego, determinante en partidos complejos difíciles. Los rojiblancos no sacan partido de los saques de esquina y, por el contrario, las pasan canutas cuando se bota algún córner sobre el área propia. No hay ningún jugador que sobre pasa el 1,85. Piña, el más alto, se fue, porque quería irse. En su momento, falló, de manera extraña, en momentos increíbles, como en el partido jugado en Irún en la primera vuelta.
Por lo tanto, al Zamora le toca jugar muy bien al fútbol desde atrás y marcar en acciones combinadas. Recuerdo que se lanzaron cerca de veinte saques de esquina en un partido que se perdió en casa y no se marcó ni un gol. De ahí, que los rojiblancos busquen ataques trenzados desde la medular, con el peligro que esto conlleva.
Si esta tarde noche, cuando se vaya poniendo el sol, el Zamora juega como en La Malata, sin duda, sumará una nueva victoria y tres puntos vitales para seguir soñando con la salvación.
Si el Zamora Club de Fútbol pretende conservar la categoría, debería ganar cinco de los seis partidos que restan para finalizar la competición. Mejor dicho, cuatro, porque los tres puntos ante el Extremadura hay que contarlos como sumados. Y uno de los que tiene que resolver de forma favorables es el que esta tarde, a partir de las 19.00 horas, le enfrenta al Tudelano en el Ruta de la Plata. Hay que ganar de cualquier manera. No obstante, cuando se juega bien al fútbol, lo normal consiste en que recojas la victoria. Los rojiblancos demostraron en Ferrol, ante el Racing, que saben jugar al fútbol, que no son tan malos. Ganaron con autoridad a un equipo que llevaba once jornadas consecutivas sin perder, al mejor tras el Racing y el Deportivo. El Zamora, como también demostró en el Sardinero no es inferior a nadie, pero sin incapacidad para golear y ciertos fallos en defensa y en la medular condenaron a una buena plantilla, a la que le ha faltado un delantero auténtico, a jugar cada partido como si fuera una final, al filo de la navaja.
El Tudelano, aunque parezca condenado al descenso, no es mal equipo. En el juego estático resulta peligroso porque tiene futbolistas que van muy bien en el juego aéreo. No habrá que ceder falta laterales ni saques de esquina, porque el Zamora muestra una gran debilidad en esta faceta del juego, determinante en partidos complejos difíciles. Los rojiblancos no sacan partido de los saques de esquina y, por el contrario, las pasan canutas cuando se bota algún córner sobre el área propia. No hay ningún jugador que sobre pasa el 1,85. Piña, el más alto, se fue, porque quería irse. En su momento, falló, de manera extraña, en momentos increíbles, como en el partido jugado en Irún en la primera vuelta.
Por lo tanto, al Zamora le toca jugar muy bien al fútbol desde atrás y marcar en acciones combinadas. Recuerdo que se lanzaron cerca de veinte saques de esquina en un partido que se perdió en casa y no se marcó ni un gol. De ahí, que los rojiblancos busquen ataques trenzados desde la medular, con el peligro que esto conlleva.
Si esta tarde noche, cuando se vaya poniendo el sol, el Zamora juega como en La Malata, sin duda, sumará una nueva victoria y tres puntos vitales para seguir soñando con la salvación.



















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