PASIÓN POR ZAMORA
A un año de los comicios municipales

Un año y los zamoranos pasaremos por las urnas para refrendar las listas que los distintos partidos dispongan. Nosotros no elegimos. Más bien refrendamos. No obstante, personalmente, los comicios municipales ocupan una jerarquía entre mis preferencias electorales: conozco a los candidatos, forman parte de mi comunidad, sé de sus virtudes y de algunos defectos. En las elecciones locales cuentan más las personas que las siglas. Guarido ganó él, su forma de ser, su fama, su carisma, nunca Izquierda Unida, aunque también sus compañeros contribuirían al triunfo. No lo dudo. Escribiré, al respecto: si el alcalde abandonase la política, IU no obtendría otra mayoría absoluta como la de 2019. Y añado que su presencia o no en la candidatura de Izquierda Unida marcará las elecciones de 2023. No por lo que incumbe a su formación, sino a las restantes. Sin Guarido, nadie partirá como favorito.
Otros partidos llegarán muy tocados a estos comicios que protagonizan este artículo. Verbigracia: Ciudadanos. De poco servirá que la profesora Cruz Lucas venga ejecutando una oposición muy dura, porque el votante apuesta por ganadores, por partidos que, al menos, tengan puesto en la próxima Corporación Municipal. La docente zamorana tendría que formar parte de un partido zamorano, sin ataduras ni con Valladolid ni Madrid. Todo dependerá de lo que decida Francisco José Requejo con su carrera política. Si el actual presidente de la Diputación, sin duda el político que mejor gestión ha realizado en una casa siempre conflictiva y, además, a mi juicio, la persona que más me ha sorprendido en la política local en los últimos años, decide hilvanar una nueva formación política tras abandonar Ciudadanos, y rodearse de lo mejor de los partidos más cercanos al zamoranismo, su candidatura, liderada por él, partiría entre los favoritos para obtener importante representación tanto en el Ayuntamiento de la capital como en la Diputación y otros de la provincia. Y si también entrase en esa plancha Tomás del Bien, conformaría un grupo político de suma importancia para el futuro político de esta provincia.
No creo que al PP le llegue el efecto Feijóo, porque el problema de los populares hallase en su lar. No se sabe nada de quién podrá encabezar la lista en la capital. Ni tan si quiera hay rumores, ni funciona radio macuto. Martín Pozo no seguirá. No vende nada. Víctor López de la Parte sería el más cualificado, pero necesita a un hombre o una mujer por delante de su figura. Quizá, como sucedió con Antonio Vázquez, se busque alguna personalidad fuera del PP.
En el PSOE no existen dudas: David Gago, una buena persona, en absoluta radical, moderado, amante de Zamora y de su patrimonio, liderará la lista socialista. Seguro que en la Casa de las Panaderas habrá más de esos tres ediles en la próxima Corporación Municipal. El Partido Socialista no puede caer tan bajo otro mandato. Ahora bien, de aquí a un año, el Gobierno de Sánchez está obligado a que las obras en Monte la Reina y la restauración de la muralla comiencen, se vea algo, que el ciudadano crea porque ve. Por supuesto, no me olvido que los terrenos de Adif, en la Estación de Ferrocarril, deberían cederse al Ayuntamiento de Zamora para desarrollar un verdadero polígono industrial, propio, gestionado por el municipio.
Y, por último, me toca VOX entre las grandes formaciones en potencia de obtener representación en el Ayuntamiento y en la Diputación. No sé nada de nada. Tampoco creo que Marisa Calvo sepa quién liderará su lista a la Casa de las Panaderas. La fuerza de la formación de Abascal, como sucedió en las elecciones a las Cortes de Castilla y León, residen en sus siglas, no en las personas, desconocidas para muchos zamoranos. Una paradoja en unas elecciones locales.
Concluyo: a un año de la próxima cita con las urnas, la presencia de Guarido en la lista de IU, y la posible creación de un partido local, quizá liderado por Francisco J. Requejo, al que se podrían añadir, en coalición, UPL, Por Zamora, Ahora Decide, sin el protagonismo de Macías y Manuel Fuentes, personas que dedicaron los mejores años de sus vidas a Zamora. En estos momentos, sus papeles deberían ser secundarios, de asesoramiento, de apoyo. Si queremos, de verdad, de corazón, a nuestra tierra, olvidémonos de nuestros egos. Zamora no puede seguir gobernada por partidos dependientes de los poderes autonómicos y nacionales.
Eugenio-Jesús de Ávila

Un año y los zamoranos pasaremos por las urnas para refrendar las listas que los distintos partidos dispongan. Nosotros no elegimos. Más bien refrendamos. No obstante, personalmente, los comicios municipales ocupan una jerarquía entre mis preferencias electorales: conozco a los candidatos, forman parte de mi comunidad, sé de sus virtudes y de algunos defectos. En las elecciones locales cuentan más las personas que las siglas. Guarido ganó él, su forma de ser, su fama, su carisma, nunca Izquierda Unida, aunque también sus compañeros contribuirían al triunfo. No lo dudo. Escribiré, al respecto: si el alcalde abandonase la política, IU no obtendría otra mayoría absoluta como la de 2019. Y añado que su presencia o no en la candidatura de Izquierda Unida marcará las elecciones de 2023. No por lo que incumbe a su formación, sino a las restantes. Sin Guarido, nadie partirá como favorito.
Otros partidos llegarán muy tocados a estos comicios que protagonizan este artículo. Verbigracia: Ciudadanos. De poco servirá que la profesora Cruz Lucas venga ejecutando una oposición muy dura, porque el votante apuesta por ganadores, por partidos que, al menos, tengan puesto en la próxima Corporación Municipal. La docente zamorana tendría que formar parte de un partido zamorano, sin ataduras ni con Valladolid ni Madrid. Todo dependerá de lo que decida Francisco José Requejo con su carrera política. Si el actual presidente de la Diputación, sin duda el político que mejor gestión ha realizado en una casa siempre conflictiva y, además, a mi juicio, la persona que más me ha sorprendido en la política local en los últimos años, decide hilvanar una nueva formación política tras abandonar Ciudadanos, y rodearse de lo mejor de los partidos más cercanos al zamoranismo, su candidatura, liderada por él, partiría entre los favoritos para obtener importante representación tanto en el Ayuntamiento de la capital como en la Diputación y otros de la provincia. Y si también entrase en esa plancha Tomás del Bien, conformaría un grupo político de suma importancia para el futuro político de esta provincia.
No creo que al PP le llegue el efecto Feijóo, porque el problema de los populares hallase en su lar. No se sabe nada de quién podrá encabezar la lista en la capital. Ni tan si quiera hay rumores, ni funciona radio macuto. Martín Pozo no seguirá. No vende nada. Víctor López de la Parte sería el más cualificado, pero necesita a un hombre o una mujer por delante de su figura. Quizá, como sucedió con Antonio Vázquez, se busque alguna personalidad fuera del PP.
En el PSOE no existen dudas: David Gago, una buena persona, en absoluta radical, moderado, amante de Zamora y de su patrimonio, liderará la lista socialista. Seguro que en la Casa de las Panaderas habrá más de esos tres ediles en la próxima Corporación Municipal. El Partido Socialista no puede caer tan bajo otro mandato. Ahora bien, de aquí a un año, el Gobierno de Sánchez está obligado a que las obras en Monte la Reina y la restauración de la muralla comiencen, se vea algo, que el ciudadano crea porque ve. Por supuesto, no me olvido que los terrenos de Adif, en la Estación de Ferrocarril, deberían cederse al Ayuntamiento de Zamora para desarrollar un verdadero polígono industrial, propio, gestionado por el municipio.
Y, por último, me toca VOX entre las grandes formaciones en potencia de obtener representación en el Ayuntamiento y en la Diputación. No sé nada de nada. Tampoco creo que Marisa Calvo sepa quién liderará su lista a la Casa de las Panaderas. La fuerza de la formación de Abascal, como sucedió en las elecciones a las Cortes de Castilla y León, residen en sus siglas, no en las personas, desconocidas para muchos zamoranos. Una paradoja en unas elecciones locales.
Concluyo: a un año de la próxima cita con las urnas, la presencia de Guarido en la lista de IU, y la posible creación de un partido local, quizá liderado por Francisco J. Requejo, al que se podrían añadir, en coalición, UPL, Por Zamora, Ahora Decide, sin el protagonismo de Macías y Manuel Fuentes, personas que dedicaron los mejores años de sus vidas a Zamora. En estos momentos, sus papeles deberían ser secundarios, de asesoramiento, de apoyo. Si queremos, de verdad, de corazón, a nuestra tierra, olvidémonos de nuestros egos. Zamora no puede seguir gobernada por partidos dependientes de los poderes autonómicos y nacionales.
Eugenio-Jesús de Ávila





















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