Zamora necesita sanidad

Acabo de encontrarme con mi vecina Marisol, hace mucho que no nos veíamos y me dice que se debe a que ha estado una temporadita en Berlín y que ha estado desconectada un poco de las novedades zamoranas. Pero cuando ha llegado se ha encontrado con la cruda realidad de que Zamora sigue desmembrándose y en caída libre.

Lo primero que se encuentra es que la Sanidad está peor que cuando se fue. La escasez de médicos y enfermeros, en todas las áreas, desde la atención primaria hasta la cirugía, es flagrante. Pero lo más bochornos, me dice mi vecina, es que, en muchas especialidades, ni los MIR quieren quedarse aquí, es más, algunas ni las solicitan, quedan vacantes porque, y esto es de dominio público, están mal remunerados

-Es una vergüenza que no quieran quedarse aquí porque les pagan mal-, dice Marisol. –¿Y la Junta de Castilla y León, qué hace?-, le pregunta su amiga Concepción, ya sabéis la funcionaria eficiente que nunca dice palabrotas. –Pues no hace nada, lleva cuarenta años mirando a otro lado, dejando caer poco a poco a provincias como Zamora por agotamiento, por falta de inversiones, por falta de inyección de dinero en la Sanidad, dejando que grandes profesionales se vayan a otros lugares donde se les trate mejor-

Efectivamente, los centros de salud de los pueblos están desiertos. La excusa de la pandemia ha servido para dejar a los pueblos desabastecidos de centros médicos. Los habitantes de muchos pequeños pueblos tienen que acudir a otros pueblos, a decenas de kilómetros, para ser atendidos o usar el “maravilloso” e “infalible” sistema telefónico que tiene el SACYL. Ni hablar ya de la página web que la mayoría de los “pueblerinos” no saben manejar o no tienen acceso a ella por falta de conexión wi-fi.

-Pero desde la Junta nos dicen que están todos atendidos-, dice con sorna Marisol

-Ja, ja, ja, ¡qué hipocresía!, eso no se lo creen ni ellos-, le replica Concepción.

Pues claro que no, si desde la capital cuesta un triunfo tener una cita para el médico de familia en una fecha relativamente cercana, desde los pueblos se con vierte en una lotería.

La provincia de Zamora está convirtiéndose en un enorme geriátrico. Curiosamente, debido a ésta circunstancia, debería incrementarse el servicio sanitario en esa línea y, sin embargo, cada vez hay menos sanitarios disponibles.

-Vuelvo a preguntar-, dice mi vecina, -¿pero, a la Junta de Castilla y León no se le cae la cara de vergüenza?-.

Pues parece ser que no, querida vecina. La Junta de Castilla y León ya tiene suficiente con el presidente Mañueco a la cabeza, mente preclara donde las haya. Mente preclara porque adelantó las elecciones pensando que iba a tener mayoría absoluta y salió peor de lo que estaba. Cambió a Ciudadanos por Vox. ¡Olé tus cojones!.

Ahora es Concepción la que me reprende a mí por soltar ese taco tan español y tan torero. Pero es que es irritante saber las necesidades que existen en la “Castilla vaciada” y quedarse de brazos cruzados,  y como las vacas al tren, viendo cómo se desarma todo la sanidad pública, la enseñanza pública y el tejido empresarial sin hacer nada de nada para evitarlo.

-Esa es otra-, dice Marisol, -¿Qué ha pasado con la CEOE y la Cámara de Comercio?-. –Pues que vergonzosamente abandonaron Zamora 10 y se fueron con cajas destempladas y casi insultando a los que se quedaban-.

Zamora 10 ha sido una de las mejores ideas que se han forjado en Zamora en los últimos años. Ha sacado adelante un montón de proyectos y otros muchos se le han quedado en el tintero, precisamente por las zancadillas que se le han puesto desde dentro de la misma organización. Y, a buen entendedor, no hace falta señalar a nadie que se haya ido. Sólo Caja Rural ha mantenido el tipo y algunos otros empresarios se han animado a cubrir los huecos que semejantes botarates dejaron cuando dieron el portazo.

-Pues acabo de enterarme-, me dice mi vecina, -que ha habido elecciones a la Cámara de Comercio y que se sospechan ciertas irregularidades- .

-Pues algo de eso debe de haber porque ha habido un empresario de Zamora que ha querido impugnar las elecciones por algo raro en la elección de los candidatos propuestos por la CEOE y la Cámara, y está pendiente de resolución-.

Es lo que nos faltaba, éramos pocos y parió la abuela. Somos pocos y mal avenidos y no somos capaces de aunar esfuerzos para sacar adelante una provincia tan depauperada.

-Pues sí-, dice Marisol, -Zamora necesita Sanidad sanitaria, valva el barbarismo,  y Sanidad económica-

Y se fueron las dos a comprar unos bombones porque les gusta el chocolate más que a un bebé estar en brazos.

Kebedo.