POLITICASTROS
Los zamoranos ya no creen en promesas políticas
Pedro Sánchez pasó sobre el suelo negro de la Sierra de la Culebra como un cometa en una noche de verano. Fue visto y no visto. Habló con unos y otras. Ofreció dos millones de euros y su solidaridad. Zamora no da pena porque gobierna ahora el sanchismo. Zamora viene triste desde ha tiempo. La democracia, a este régimen partidista al que otorgamos tal nombre de manera eufemística, le ha hecho mucho daño a esta provincia, que no es pobre, sino que la empobrecieron, entre otras empresas, Iberduero, y los distintos gobiernos que ejercieron el poder desde La Moncloa. Zamora es bella, aunque la miseria política le haya abierto una cicatriz en una de sus mejillas de fauna y flora. Zamora tendría futuro, pero siempre que se liberase de los partidos nacionales y apostase por políticos propios, con gente de aquí, agricultores, ganaderos, si tienen tiempo; comerciantes, algún intelectual, mujeres y hombres, ricos por su trabajo, no por su cercanía a políticos, y pobres, pese a su laboriosidad.
Mañueco y su consejero Suárez-Quiñones no levantaron con sus manos una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes, sedienta de catástrofes y hambrienta, que encendiera la mecha asesina; pero sí han sido los cómplices del fuego, por ignorancia o por ahorrarse unos euros o por que son más listos que los ratones coloraos. Son políticos. Que saben que están de paso, pero, ¡cuánto más dure su estancia en la res pública, chachi piruli para sus familias, amigos y amantes! Y de los políticos solo se puede esperar mentiras, promesas incumplidas, falacias, felonías y egolatría. Estos y los otros.
La gente de izquierda, cuando yo pensaba como hombre con ideología siniestra, se distinguía por su honradez, fidelidad, probidad y altruismo. Cuando alcanzó el poder, mostró su verdadera cara. Siempre hubo excepciones. A medida que el tiempo pasa, nada distingue a unos de otras, ni a unas de otros. Ahí está la Mónica Oltra. Mujer que escondía los abusos sexuales de su marido con una menor de edad. La Justicia ha encontrado pruebas suficientes para que se siente en el banquillo. Yo no me imagino a Dolores Ibarruri obrar como esta comunista burguesa valenciana e independentista. En fin.
Cuando tengo más pasado que futuro, mi experiencia me ha enseñado que a gentes como las que viven en los pueblos de nuestra provincia, ni los que se dicen de izquierdas, ni los que se confiesan de derechas, les prestarán demasiada atención. Acudirán todos, como en esta catástrofe ecológica y social, a dar abrazos, a salir en la fotos con ancianos y bomberos, a prometer para no cumplir y…olvidarse de que la Sierra de la Culebra, en Zamora, también es España, y sus vecinos se sienten muy españoles, mucho más que tantos catalanes y vascos que solo pretenden quebrar y hundir a la nación más antigua de Europa. Pero la política siempre es infiel. Los políticos que aman el poder traicionan su ideología, su programa, su integridad por gobernar a cualquier precio. Nosotros los zamoranos, porque la experiencia nos lo ha enseñado, no creemos en esta política de zarandajas y embutes, sin ninguna idea alta, dirigida y representada por botarates y badulaques, por jetas y malandrines.
Eugenio-Jesús de Ávila
Pedro Sánchez pasó sobre el suelo negro de la Sierra de la Culebra como un cometa en una noche de verano. Fue visto y no visto. Habló con unos y otras. Ofreció dos millones de euros y su solidaridad. Zamora no da pena porque gobierna ahora el sanchismo. Zamora viene triste desde ha tiempo. La democracia, a este régimen partidista al que otorgamos tal nombre de manera eufemística, le ha hecho mucho daño a esta provincia, que no es pobre, sino que la empobrecieron, entre otras empresas, Iberduero, y los distintos gobiernos que ejercieron el poder desde La Moncloa. Zamora es bella, aunque la miseria política le haya abierto una cicatriz en una de sus mejillas de fauna y flora. Zamora tendría futuro, pero siempre que se liberase de los partidos nacionales y apostase por políticos propios, con gente de aquí, agricultores, ganaderos, si tienen tiempo; comerciantes, algún intelectual, mujeres y hombres, ricos por su trabajo, no por su cercanía a políticos, y pobres, pese a su laboriosidad.
Mañueco y su consejero Suárez-Quiñones no levantaron con sus manos una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes, sedienta de catástrofes y hambrienta, que encendiera la mecha asesina; pero sí han sido los cómplices del fuego, por ignorancia o por ahorrarse unos euros o por que son más listos que los ratones coloraos. Son políticos. Que saben que están de paso, pero, ¡cuánto más dure su estancia en la res pública, chachi piruli para sus familias, amigos y amantes! Y de los políticos solo se puede esperar mentiras, promesas incumplidas, falacias, felonías y egolatría. Estos y los otros.
La gente de izquierda, cuando yo pensaba como hombre con ideología siniestra, se distinguía por su honradez, fidelidad, probidad y altruismo. Cuando alcanzó el poder, mostró su verdadera cara. Siempre hubo excepciones. A medida que el tiempo pasa, nada distingue a unos de otras, ni a unas de otros. Ahí está la Mónica Oltra. Mujer que escondía los abusos sexuales de su marido con una menor de edad. La Justicia ha encontrado pruebas suficientes para que se siente en el banquillo. Yo no me imagino a Dolores Ibarruri obrar como esta comunista burguesa valenciana e independentista. En fin.
Cuando tengo más pasado que futuro, mi experiencia me ha enseñado que a gentes como las que viven en los pueblos de nuestra provincia, ni los que se dicen de izquierdas, ni los que se confiesan de derechas, les prestarán demasiada atención. Acudirán todos, como en esta catástrofe ecológica y social, a dar abrazos, a salir en la fotos con ancianos y bomberos, a prometer para no cumplir y…olvidarse de que la Sierra de la Culebra, en Zamora, también es España, y sus vecinos se sienten muy españoles, mucho más que tantos catalanes y vascos que solo pretenden quebrar y hundir a la nación más antigua de Europa. Pero la política siempre es infiel. Los políticos que aman el poder traicionan su ideología, su programa, su integridad por gobernar a cualquier precio. Nosotros los zamoranos, porque la experiencia nos lo ha enseñado, no creemos en esta política de zarandajas y embutes, sin ninguna idea alta, dirigida y representada por botarates y badulaques, por jetas y malandrines.
Eugenio-Jesús de Ávila






















Siniestro | Viernes, 24 de Junio de 2022 a las 02:19:07 horas
Huelo a un falangista ( tú ) estando acatarrado ( yo ). Y apestas como todos los farsantes pretendidamente reconvertidos. La verborrea pseudodemocrática del " yo era de izquierdas hasta que abrí los ojos " de quien pretende embaucar a incautos está más vista que el TBO; si te molaba la dictadura asesina, porque lo mamaste en casa y lo asimilaste como propio, no es necesario que lo disimules, que aquí ( en Zamora ) ya estamos acostumbrados a que manden los nostálgicos del franquismo.
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