CRÍTICAS
Zamora llora lágrimas de cera y miel
Zamora llora lágrimas de cera y miel. Miles de colmenas se consumieron en la Sierra de la Culebra. Zeus envió sus rayos de odio para que ardiera la arteria aorta de la Zamora más lírica. Se nos llevó por delante la fauna más rica, los bosques más auténticos y orgullosos. Los políticos, por ahorrar cuatro perras, permitieron que se evaporara la clorofila, que la fotosíntesis vista de luto durante todo este siglo. “Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que una colmena tenía dentro de mi corazón; y las doradas abejas iban fabricando en él, con las amarguras viejas, blanca cera y dulce miel”. Machado llora por los valles zamoranos.
Eugenio-Jesús de Ávila
Zamora llora lágrimas de cera y miel. Miles de colmenas se consumieron en la Sierra de la Culebra. Zeus envió sus rayos de odio para que ardiera la arteria aorta de la Zamora más lírica. Se nos llevó por delante la fauna más rica, los bosques más auténticos y orgullosos. Los políticos, por ahorrar cuatro perras, permitieron que se evaporara la clorofila, que la fotosíntesis vista de luto durante todo este siglo. “Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que una colmena tenía dentro de mi corazón; y las doradas abejas iban fabricando en él, con las amarguras viejas, blanca cera y dulce miel”. Machado llora por los valles zamoranos.
Eugenio-Jesús de Ávila



















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.52