Nueve años con un contrato caducado, nueve años sufriendo sus consecuencias las fuentes zamoranas

Recientemente, un grupo político denunciaba el color verde de la fuente de la Marina, y la suciedad acumulada en ella. Casualmente, pasados pocos días, la situación cambió, mostrándose un vaso limpio y con agua renovada. En este caso, y por la evidencia de su situación, cabe señalar que no es solo limpieza lo que se necesita la fuente por antonomasia, cosa que suele resolverse en un solo día y que se hace en todas las ornamentales, con menos frecuencia de la que se debiera, con resultados a la vista, y que consiste en el vaciado, limpieza con hidrolimpiadora y posterior llenado. Precisa de una reparación de los mecanismos impulsores, pues en el vaso más elevado, que disponía de un chorro principal, junto con dos adosados pulverizadores, ninguno de ellos funciona, hace tiempo que dejaron de hacerlo. Para quedar solo expulsando agua por tan solo una de las  dos boquillas  existentes en el vaso inferior, el colindante con la entrada del aparcamiento. De cinco, solo uno.           

Los problemas de agua verde, de suciedad y otros señalados en la mítica de las celebraciones deportivas, son trasladables al resto de las fuentes. Su mantenimiento dista mucho de la frecuencia debida para un funcionamiento óptimo, además de no resolver cualquier incidencia ocasional que se presente en el tiempo deseado. Por ello, podemos encontrar a día de hoy fuentes con aspecto aceptable, otras con el vaso vacío pendiente de realizar trabajos, y otras, verdes, esperando que llegue su momento. La situación podría resolverse en breve, o tal vez no, expliquémoslo.

El contrato de mantenimiento de las 27 fuentes ornamentales de la ciudad  está incluido en el de parques y jardines, que lleva caducado desde el año 2013 nada menos. El nuevo contrato, recurso tras recurso, ve la luz en estos momentos, aunque aún queda algún trámite por realizar, para que una nueva empresa se haga cargo de jardines, mobiliario urbano, juegos infantiles y fuentes ornamentales. Paciencia mientras. Los responsables de tal desaguisado tienen nombre, póngaselo.

Manuel Herrero Alonso