Jueves, 18 de Diciembre de 2025

Eugenio de Ávila
Miércoles, 27 de Julio de 2022
RES PÚBLICA

No existen corruptos honrados

[Img #68284]El PSOE tiene en su haber dos golpes de Estado: 1917 y 1934. Después, durante el franquismo, salvo excepciones, desapareció. Al llegar la democracia, tras dejar tirados en Suresnes, octubre de 1974, a la vieja guardia, liderada por Rodolfo Llopis, Felipe González y Alfonso Guerra, Chaves, Mujica, Nicolas Redondo, protegidos por lo que quedaba del Régimen, más la ayuda económica de los Estados Unidos y Alemania, lo reconstruyeron. En verdad, sin apenas parecerse al revolucionario, el que aprovechó la República para destruirla y construir en España una República Socialista, tipo URSS, modelo para todos los partidos marxistas del orbe, el PSOE felipista lideraría a la izquierda, moderada, española, desde 1982 hasta 1996.

 

Felipe dejó el marxismo abandonado en la historia para realizar las reformas burguesas que necesitaba España. Durante el franquismo se formó una clase media poderosa, casi inexistente durante la II República, necesaria para vivir en una nación democrática. Pero el PSOE gobernó con mayorías tan extraordinarias, sin apenas oposición, que apareció la corrupción. No voy ahora a recordar sus hitos en envilecimiento, depravación y descomposición. Los jóvenes que lean. Entonces el PSOE robaba con criterio. Salvo excepciones, la formación socialista mantuvo siempre unas directrices colectivas, aunque unos cuantos descarriados, viciosos, aprovecharon el cargo para la mangancia personal.

 

El PP, sin embargo, se distinguió de los socialistas en la forma de hurtar. Las bases nunca recibieron una peseta. Fue una elite, aquí, en Zamora, también en Valladolid, y en Madrid, la que se lucró. Y otra curiosidad. Puro morbo. Podrá estudiarla un buen sociólogo. El dirigente popular tenía queridas, pero no solía romper el matrimonio. La santa sabía que su marido se los ponía…pero vivía muy bien. Sin embargo, el cargo socialista se echaba amante y dejaba a la esposa para toda la vida.

 

El ser humano se va corrompiendo desde que nace. Habló de su físico. Pero, con los años, también se va descomponiendo por dentro. Quiere hacer que sus sueños se conviertan en realidad.  No se conforma con su mediocridad. Y, como en muchos casos, carece de talento, de patrimonio y de suerte, encuentra en la política un acceso acelerado para asir un futuro perfecto.

 

Una vez que se entra en la res pública, a través de un partido, cada cual se busca la vida para llegar lo más alto posible en la jerarquía, donde se ordena y manda, y, en ciertos casos, se crean plataformas para desviar dinero público (ERES de Andalucía), exigir pagos a empresas privadas (Filesa), practicar con alegría nepotismo, estrechar relaciones con empresarios susceptibles de recibir favores en obras públicas a cambio de abonar un canon al político corrupto (Gürtel), etc. Por supuesto, la ley nunca se aplicó. No existía ni para político ni empresarios.

 

Los ERE (acrónimo de Expediente de Regulación de Empleo) han colocado al PSOE en el liderato en la jerarquía de la corrupción de España y Europa. Cerca de 700 millones de euros, que podrían alcanzar los mil millones, a falta de cuantificar varios ejercicios.

 

Chaves y Griñán, presidentes de la Junta de Andalucía concedieron los ERE a Prejubilaciones fraudulentas, pagadas a personas que nunca habían trabajado en las empresas afectadas (12,3 millones de euros).

 

Subvenciones a empresas que no estaban presentando un ERE e, incluso, a personas que no llegaron a crear ninguna empresa (73,8 millones de euros).

 

Comisiones, muy por encima del valor de mercado, a intermediarios entre la Junta y los trabajadores: aseguradoras, consultoras, bufetes de abogados y sindicalistas (entre 50 y 68 millones de euros).

 

Un viceconsejero de la Junta declaró ante la Policía que una partida se dedicaba a “fondo de reptiles”.

 

La trama, organizada por la jerarquía del PSOE en Andalucía, sirvió para crear una red clientelar, esencial para ganar las elecciones autonómicas. Chaves y Griñán se perpetuaron en el poder, con los consiguientes beneficios. Se lucraron del revés.

 

Zapatero, personaje esencial en la caótica situación de España, se mostró muy orgulloso de los dos condenados por el Supremo. ZP, pues, alaba la corrupción. Siempre que sea de su partido. Si fuera el PP, VOX, Ciudadanos, los calificaría de malandrines, canallas y fascistas.

 

La portavoz del Gobierno y la del PSOE afirmaron ayer, con descaro, que Chaves y Griñán y el resto de altos cargos socialistas, condenados por el Tribunal Supremo, son honrados. Me temo que muchas heteras son mucho más dignas que estos dos políticos. Porque no se puede ser corrupto e íntegro. Un oxímoron.

 

Por cierto, la ministra de Hacienda, número 2 del PSOE, fue consejera de Sanidad con Chaves y Griñán. ¿No sabía nada de cómo se desviaba dinero público para el partido y la UGT? Magdalena Àlvarez, horrible ministra de Zapatero, también ha sido condenada.

 

Cuando yo era de izquierdas, entre trotskista y ácrata, durante los últimos años del franquismo y primeros de la democracia, hasta que Felipe González me derribó de mi Rocinante izquierdoso, convencido estuve de que la honradez, la honestidad y la decencia formaban parte del patrimonio de los que pensaban como yo.

 

Y, el PP de Feijóo, tan tranquilo. Como si no hubiera pasado nada. Si el PP hubiera “administrado” los ERE de Andalucía con idéntico “desparpajo” que los socialistas, Pedro Sánchez y su troupe los habría llevado al cadalso político.

 

No existen, por mucho que lo repitan Alegría y Montero corruptos honrados, oxímoron político. Una persona de izquierdas, auténtica, lígrima, sentiría náuseas ante esta trama de corrupción del PSOE en Andalucía, liderada por dos presidentes autonómicos, presidentes nacionales y ministros, casi dos decenas de altos cargos socialistas. ¿Es este el socialismo de los pobres, de los humildes, de las clases medias trabajadores? ¿Se hacía socialismo esnifando cocaína, satisfaciendo el sexo con meretrices?

 

No debe extrañar la querencia del actual Gobierno por tutelar la Justicia, única forma de malversar el dinero público y prevaricar en libertad. ¡Viva la corrupción de los políticos honrados, siempre de izquierdas! Ahora, indulto para Griñán.

 

¡Si este gobierno hizo lo propio con los golpistas catalanes, con los que ahora administra la res pública, cómo permitir que una persona de 76 años entre en la cárcel! Recuerdo que Rajoy no indultó a Rodrigo Rato, que robó mucho menos que los cargos del PSOE en Andalucía.

 

Pedro Sánchez ha dicho hoy, con un par, que “han pagado justos (se supone que Manolo y Pepe) por pecadores”. La pregunta obvia. Ningún periodista se la formuló: ¿Quiénes fueron, quiénes son los pecadores? Quizá Franco o el cambio climático.

 

El PSOE se ha cargado toda ascendencia moral de las izquierdas sobre las derechas. Amén. ¡Absténganse de una lección más de ética!

Eugenio-Jesús de Ávila

 

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