Cómo aceptar chantajes para gobernar

1 de junio de 2018, moción de censura contra Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, tras prometer convocatoria inmediata de elecciones legislativa,  que incumplió, asumía que su Presidencia pasaría a ser la del chantaje de todos sus socios, de los partidos que hicieron posible echar al PP del Gobierno.

El primero, sin duda, Unidas Podemos. Pablo Iglesias pasó a ocupar la segunda posición en la jerarquía del ejecutivo y exigió que la que entonces era su pareja, una mujer sin talento, sin capacidad intelectual, ocupase el Ministerio de Igualdad. Inconcebible que un gobierno conservador contase con una ministra esposa del presidente. El chantaje de la ultra izquierda burguesita se mantiene desde entonces.

Cuatro años en los que Pedro Sánchez ha tenido de hacer propias ideas, peregrinas, de los ministerios neocomunistas. Y Unidas Podemos aguantar pequeñas putaditas del presidente, porque dónde van a vivir mejor que como ministras, ministros y ministres, cobrando salarios impropios de su talla intelectual y de su preparación profesional. Parecen un matrimonio en el que marido y mujer se ponen los cuernos, lo saben, pero lo toleran. Aquí, en el PP, hubo políticos de importancia con querida, con conocimiento de la “santa”. Pero el poder acaba con la fidelidad, la lealtad y la honestidad. Se trata de cuernos políticos, tan comunes como los sexuales.

Unidas Podemos fue y es el primer partido que coacciona a Sánchez; pero no el único. Ocupa un segundo puesto muy destacada ERZ, el viejo partido catalán, independentista siempre, originalmente fascista; es decir, socialismo nacionalista, que tiene en su haber tres golpes de Estado, dos de ellos en periodos democráticos, II Republica, y hace unos años, el 1 de octubre de 2017. Los golpistas ya están por la calle, menos Puigdemont, merced a Pedro Sánchez, un presidente al que no le importa lo más mínimo que sus socios secesionistas incumplan las leyes, la Constitución y los que les plazca, pero se muestra severísimo si algún cargo del PP intenta burlarse de sus ideas patéticas.

El presidente socialista se viene humillando, in illo tempore, ante los republicanos independentistas catalanes, nacionalistas burgueses. Aprueba todo lo que le exigen. Antes de que concluya esta legislatura irán a por el Referéndum. Tampoco pretenden derribar a su títere en La Moncloa. Con un monigote a su servicio, sin problemas. El camino hacia la independencia, expedito.

Bildu, un conglomerado de partidos marxistas-estalinistas, liderados por Sortu, presidido por un ex jefe de la ETA, aparece clasificado en la tercera posición entre los que se burlan del Gobierno sanchista, que ha sido capaz de aprobar una ley de Memoria Democrática, instigada por esta banda. Gente asesina, comunista, hablando de democracia. Paradojas españolas. Mientras, Marlaska sigue trasladando a monstruos asesinos cerca de sus patrias chicas, mientras a los que salen de las cárceles se les recibe como a héroes en sus pueblos, los “ongi etorri” -bienvenida en castellano- localidades donde no existe el Estado.

El PNV, el partido más racista de Europa desde que los nacional-socialistas desaparecieron, forma parte, por supuesto, de este grupo de formaciones que se benefician de la impotencia política de este PSOE, un partido que ha perdido su esencia, su mesura, su equilibrio político durante el sanchismo. Los nietos ideológicos de Sabino Arana recibieron favores de Sánchez como la retirada del impuesto diesel, que el cuartel Loyola, de San Sebastián, deje de controlarlo el Ministerio de Defensa, más producción de energía eólica marina y varias infraestructuras para Vitoria.

Pedro Sánchez no gobierna. Pedro Sánchez es la marioneta de las fuerzas independentistas que trabajan, desde su fundación, en destruir el Estado español. Su objetivo parece cercano. Les queda hasta diciembre de 2023 para quebrar España, formar sus propios estados y, porque les resultaría sustancioso en lo económico, una Confederación junto a lo que quede de la nación más antigua de Europa. Seguir “mamando” de las ubres de los españoles que se sienten tales.

El presidente del Gobierno intenta gobernar en contra de las autonomías regidas por el PP, pero solo obtiene fracasos rotundos. El PSOE perderá autonomías que todavía administra y ayuntamientos que rige, porque Sánchez es ya un cadáver político.

Recuérdese que Felipe González perdió el poder no por los numerosísimos casos de corrupción de los socialistas, sino porque la economía alcanzó momentos dramáticos. Zapatero, el presidente que congeló las pensiones de los ancianitos y que bajó el sueldo de los funcionarios, el mismo que loa la honradez de dos corruptos socialistas andaluces, Pepe y Manolo, sufrió una derrota brutal en las urnas a manos de Rajoy, porque dejó al Estado exhausto, sin un euro en caja.

Pedro Sánchez, con todos sus embustes, contradicciones, gastos innecesarios, tan superfluos como de demagógicos, promesas incumplidas, ideas insensatas y rendición ante sus socios independentistas, se ahogará en el mar de una crisis económica brutal: inflación más alta de Europa, líder en desempleo de la zona Euro y un mes de julio, vacaciones de verano, que evidencia los errores de su equipo económico.

A los gobiernos del PSOE los pierden sus cuentas, siempre con números rojos, nunca sus corrupciones, endémicas, ni su ideología periclitada. El PP siempre recoge el poder que le entregan en bandeja los errores de los gobiernos socialistas. Pena de España.

“Aconsejar economía a los pobres es a la vez grotesco e insultante. Es como aconsejar que coma menos al que se está muriendo de hambre”. (Oscar Wilde). A quiénes les vendría bien este aserto del genio irlandés. Reflexionemos.

Eugenio-Jesús de Ávila