Juventud española: sin trabajo y en casa

El dato social más inquietante que hemos conocido hoy, además de la inflación, cerca ya del 11%, que enriquece al Estado y empobrece al pueblo llano, estriba en que el 85% de los jóvenes españoles, menores de 29 años, viven con sus padres, porque carecen de un trabajo que les permita independizarse. Y ahí está la clave. No pueden formar una nueva familia, célula fundamental de la sociedad. Y si se mueren las células, colapsa el cuerpo social. Desde el año 2018, cuando había un 26% de jóvenes con potencial económico para emanciparse, hemos llegado al 15%. Dramático. De seguir con esta dinámica económica y social, España entrará en coma como sociedad.

Si la gente joven no se casa, bendiga la unión un sacerdote, un juez o un concejal; si no forma una familia, con lo que ello conlleva, niños, educación, trabajo, renovación social, esta nación colapsará.

España es la nación de Europa con más paro y lidera también la clasificación de jóvenes sin trabajo. Si añadimos una inflación, también la mayor de la zona Euro, que empobrece a la mayor parte del país, pero Hacienda aumenta su recaudación, el paisaje resulta desolador. No obstante, ya se contará con dinero suficiente para practicar la caridad del Estado. Menesterosos públicos. Red clientelar de pobres subvencionados.

Esta nación, la más antigua de Europa, que se encamina, a no tardar, hacia una Confederación Ibérica, necesita ahora un hombre de Estado, y le sobran líderes de partidos, iluminados y jetas, profesionales de la política. Las cuitas de España parecen hoy, cercanos al estío de 2022, irresolubles.

Si el caos social y económico amenaza con superarnos, en Zamora, donde todo es peor, donde se respira la paz y la tranquilidad de los cementerios, la juventud padece de manera más sensible esa falta de trabajo y de futuro. Los jóvenes que estudian en la universidad pública no volverán. No encontrarán trabajo en España para sus profesiones. En nuestra provincia, nunca, a no ser que cuenten con un político con querencias por el nepotismo, jamás trabajarán y si encuentran labor, mal pagada, sin capacidad para formar una familia.

Madrid y Valladolid nos hicieron pobres, sin serlo, a lo largo del tiempo. Ahora somos paupérrimos. Nos han robado el futuro, porque se han cargado a la juventud, nexo entre el pretérito y el porvenir.

En España, nación en bancarrota moral, ética y política, con una democracia tomada por la polilla, no existe un solo hombre de Estado. Manda los mediocres. España, regida por la ineptocracia.

Eugenio-Jesús de Ávila