NUESTRA HISTORIA
La Virgen Dormida (Del Tránsito)
Días pasados, en uno de mis acostumbrados paseos por el centro de la ciudad, me encontré con una amiga, a la que acompañaba una niña que dijo ser su nieta. Después de intercambiar los oportunos saludos, dijo mi amiga - "vamos a ver a la Virgen Dormida".
Como buen zamorano que me creo soy, sabía que se estaba refiriendo a la Virgen del Tránsito y que el motivo de la visita que iba a hacer se debía a que había comenzado el novenario en honor de la Patrona de la Diócesis zamorana.
La Asunción de la Virgen a los Cielos se conmemora cada año el día 15 de agosto, con distintas denominaciones en unos u otros lugares de la Península o del Orbe católico.
El Tránsito de María es la glorificación del Cuerpo de la Virgen mediante su paso a la inmortalidad sin pasar por la muerte, es decir que quedó dormida y ascendió a los Cielos en cuerpo y alma.
En Zamora, tiene especial mención la leyenda que se sitúa entre los siglos XVI y XVII. Unos zamoranos piadosos, Osorio y Juan de Carbajal donaron su hacienda para que se fundara un convento de monjas descalzas de la Orden de Santa Clara.
Vinieron las Descalzas de Gandía a Zamora y a su llegada se encontraron con una gran crecida del Duero que les impidió entrar en la ciudad; por lo que tuvieron que refugiarse durante varios días en el convento de los Jerónimos.
Cuando al fin llegaron a su convento, la madre Priora echaba de menos a la imagen de Nuestra Señora que tenían en Gandía y se sentía muy triste.
Una mañana, llegaron unos peregrinos de Santiago de Compostela, diciendo que eran conocedores de los anhelos de la Priora y se ofrecían para hacer una escultura de la Virgen. No pedían retribución alguna; solo que les cedieran una habitación donde estar aislados hasta que ellos avisaran.
De acuerdo con estas condiciones, los peregrinos se pusieron a trabajar y pasaban los días sin que las monjas tuvieran información alguna de la marcha de los trabajos de construcción de la escultura.
Sin aguantar más tiempo y acuciadas por la curiosidad, las monjas entraron en la habitación y descubrieron ante sus atónitos ojos la bellísima Imagen de la Virgen del Tránsito. Allí no encontraron ni rastro de los escultores.
Pensaron que se trataba de dos ángeles, que habían desaparecido sin darles tiempo a concluir totalmente su obra y por eso le faltan dos dedos del pie a la Virgen.
En la revista Zamora Ilustrada, de 10 de agosto de 1881, aparece en la portada un dibujo de la Virgen del Tránsito en su camarín y en las páginas interiores el relato que su Director, don Ursicino Álvarez Martínez hace de la milagrosa Imagen.
Solo en contadas ocasiones la Virgen ha sido sacada de su camarín en procesión y esto por motivos muy especiales.
Balbino Lozano,
agosto 2022
Días pasados, en uno de mis acostumbrados paseos por el centro de la ciudad, me encontré con una amiga, a la que acompañaba una niña que dijo ser su nieta. Después de intercambiar los oportunos saludos, dijo mi amiga - "vamos a ver a la Virgen Dormida".
Como buen zamorano que me creo soy, sabía que se estaba refiriendo a la Virgen del Tránsito y que el motivo de la visita que iba a hacer se debía a que había comenzado el novenario en honor de la Patrona de la Diócesis zamorana.
La Asunción de la Virgen a los Cielos se conmemora cada año el día 15 de agosto, con distintas denominaciones en unos u otros lugares de la Península o del Orbe católico.
El Tránsito de María es la glorificación del Cuerpo de la Virgen mediante su paso a la inmortalidad sin pasar por la muerte, es decir que quedó dormida y ascendió a los Cielos en cuerpo y alma.
En Zamora, tiene especial mención la leyenda que se sitúa entre los siglos XVI y XVII. Unos zamoranos piadosos, Osorio y Juan de Carbajal donaron su hacienda para que se fundara un convento de monjas descalzas de la Orden de Santa Clara.
Vinieron las Descalzas de Gandía a Zamora y a su llegada se encontraron con una gran crecida del Duero que les impidió entrar en la ciudad; por lo que tuvieron que refugiarse durante varios días en el convento de los Jerónimos.
Cuando al fin llegaron a su convento, la madre Priora echaba de menos a la imagen de Nuestra Señora que tenían en Gandía y se sentía muy triste.
Una mañana, llegaron unos peregrinos de Santiago de Compostela, diciendo que eran conocedores de los anhelos de la Priora y se ofrecían para hacer una escultura de la Virgen. No pedían retribución alguna; solo que les cedieran una habitación donde estar aislados hasta que ellos avisaran.
De acuerdo con estas condiciones, los peregrinos se pusieron a trabajar y pasaban los días sin que las monjas tuvieran información alguna de la marcha de los trabajos de construcción de la escultura.
Sin aguantar más tiempo y acuciadas por la curiosidad, las monjas entraron en la habitación y descubrieron ante sus atónitos ojos la bellísima Imagen de la Virgen del Tránsito. Allí no encontraron ni rastro de los escultores.
Pensaron que se trataba de dos ángeles, que habían desaparecido sin darles tiempo a concluir totalmente su obra y por eso le faltan dos dedos del pie a la Virgen.
En la revista Zamora Ilustrada, de 10 de agosto de 1881, aparece en la portada un dibujo de la Virgen del Tránsito en su camarín y en las páginas interiores el relato que su Director, don Ursicino Álvarez Martínez hace de la milagrosa Imagen.
Solo en contadas ocasiones la Virgen ha sido sacada de su camarín en procesión y esto por motivos muy especiales.
Balbino Lozano,
agosto 2022





















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