Esta noche debe manifestarse la ciudad del Alma

He escrito, con reiteración, que existen dos Zamoras, la que piensa, la rebelde, la inconformista, y la otra, la que padece apatía antropológica, pasota, timorata y blanda, que conviven en la misma geografía. Aquella ama el progreso; la otra la defino como reaccionaria.

Esta noche, a partir de las 20.30 horas, se celebrará una manifestación en la que se exigirá al Gobierno de los pobres, de los humildes, que amplíe a Zamora eso de la fiscalidad diferenciada, porque hay razones, numerosas, para que nuestra tierra reciba los mismos favores que Soria, Teruel y Cuenca.

Supongo que las izquierdas no acudirán a la protesta, porque son más del PSOE y de otros partidos que zamoranos. Se teme perder el puesto, el sillón, la poltrona si se unen a los manifestantes, máxime si ha sido Francisco J. Requejo, posible rival electoral en los comicios municipales, el político que ha coordinado esa demanda y esa queja al ejecutivo sanchista. Comprendo que los vicarios socialistas pasen de servir a Zamora, porque su primer deber para seguir de la bicoca de la política consiste en servir al gran jefe. Pero, cuando toque votar, que no vengan a pedir el voto a los zamoranos, hartos de humillaciones, de promesas incumplidas, de gaitas múltiples. Primer hay que ser zamorano, después del PSOE, de IU o de quién te dé la real gana.

Como he escrito durante estos días, esta ciudad y provincia deberían manifestarse todas las semanas del mes, todos los meses, todos los años mientras los gobiernos de la nación y de la Junta nos traten con tanto desdén, oprobio y vilipendio. Y esta noche otoñar, que sospecho fría, la Zamora que reflexiona, la contestataria, la iconoclasta saldré a la calle: entre el final de Santa Clara y la plaza de la Constitución crece la ciudad de la ambición, del futuro, del alma.

Eugenio-Jesús de Ávila