El Cotilla

COMIDAS. Asistió a dos comidas, en las que se celebraban sendos homenajes a personas jubiladas. La primera no le gustó nada. Hambre. Ni tan si quiera se tomó el postre, que consideró disfrutarlo en el otro almuerzo. Y así fue. De la ceca a La Meca.

CHALECOS. Un fotógrafo de prensa zamorano recogió un chaleco obsequio de los moteros, que celebraban el Día de la Violencia contra la Mujer. La Policía Nacional le conminó a quitárselo y guardarlo, para evitar altercados políticos, porque iba a ir a una cita de Vox. Como se sabe, Podemos adoptó ese color nazareno para sus imágenes.

DESFILE DE CEREMONIA. La diseñadora zamorana Andrea Valero presentó su colección de comunión y novia “Esmeralda” en el Casino de Zamora. Todo bien, un éxito, el problema vino después, cuando, el vehículo de transporte se estropeó, lleno de las sillas del desfile, en pleno centro de Zamora. Los policías entendieron la situación, pero Andrea y cía estuvieron toda la tarde viendo pasar a una curiosa galleta por Santa Clara.

CODORNICES. Venían de pasar un día de campo. La mamá, los dos niños y un señor, amigo de la familia. En el camino, se cruzaron unas cuantas codornices. La pequeña le pidió a su mamá que acelarara, porque así tendría una excelente cena. Sin embargo, la conductora mantuvo la lenta marcha de su automóvil, porque ella es muy animalista. Hay que predicar con el ejemplo.

AHORRO. Se le puede ver deambular por los centros comerciales de la ciudad con el catálogo pertinente rebuscando las ofertas, pero no para hallar la mejor en el momento, sino para encontrar la errata en el folleto e intentar que la compra le salga gratis. Alguna vez lo ha conseguido, las menos, las más lo que ha conseguido es pasar verguenza o llevarse una compra que realmente no quería ni necesitaba.

SUERTE. Compra boletas de la rifa en el intermedio de algún evento deportivo en buenas cantidades. Lógicamente, raro es el día en el que no se lleva un premio al hogar. Este último sorteo, la suerte no estuvo de su lado y los premios se le escaparon de las manos. Fue tal su cabreo que, lanzando su teléfono movil al suelo, aseveró que no volvería a jugar. Seguiremos informando...

UNA ZAMORANA Y LA  PRINCESA LEONOR. Fue invitada a la gala de la noche anterior a la entrega de los Príncesa de Asturias. En el besamanos, lo normal: al rey, “encantada, majestad”, a la reina Letizia, “encantada, majestad”. Llega la princesa de Asturias: “Ay, hola, maja”. Ya no pudo saludar a la infanta Sofía, avergonzada por el atrevimiento anterior. Pero una es zamorana y le sale de dentro...