Los bares: Patrimonio Cultural de la Humanidad

Hablamos y utilizamos conceptos que empiezan a sonar manidos, aún siendo tan ciertos como justos, con respecto a nuestras comarcas y provincias.  La despoblación, el vaciado, el abandono administrativo… pero también de la escapada de sus habitantes artos de una espera y de unos ingresos que solamente pueden buscar y conseguir allende de sus pueblos, casas, vecinos…

            Habiéndose cebado con estas tierras el primero, es decir, el olvido consciente y premeditado de TODAS las ADMINISTRACIONES: la PROVINCIAL,  (que hace lo que saben, siendo esto más bien poco), AUTONÓMICA-Valladolid, que tiene fijada su mirada, tiempo y atención en Madrid… para conseguir-recibir “Fondos”, ya sean nacionales o europeos, con los que repartir en tres partes nada equitativas:

            * la 1ª para ellos (Valladolid).

            * La 2ª entre Burgos y León, para que sigan contentos y callados.

            * La 3ª para las 5 provincias restantes.

            Pero todo esto, como escribía al principio, ya suena manido. Por lo tanto dejémoslo, (que no olvidémoslo), para otro día y otro enfoque.

            Hoy traigo aquí, con tanto cariño como respeto, mi experiencia en San Juan del Rebollar, dónde han acogido mis visitas, palabras y reconocimientos con tanto respeto y atenciones que hacen sentir vergüenza por este país, que lo es de todos, que se lava las manos con haber trasladado sus competencias a las CCAA… a CASTILLA Y LEÓN, que yo no reconozco como representante mía, nuestra…

            En medio de todo ello, sus vecinos… nuestros vecinos de los pueblos de Zamora, reparten el día, la semana, los meses… en salir al campo a labrar el minifundio, a atender el marrano que por estas fechas verá llegar “su día” y ver la televisión mientras comen y cenan. Este círculo, de verdad vicioso, solamente es roto con un café, con suerte echando una partida, un cigarro y un “parlao”… ¿dónde?… en el único BAR DEL PUEBLO. Nuestros convecinos tienen sus pocos momentos de “relación social” en él.

            En estos días la UNESCO ha declarado PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD al TOQUE DE CAMPANAS. ¡Estupenda noticia! Mientras conseguimos que se haga lo propio con nuestros bares, también y sobre todo, con los rurales de la España ya vaciada… mientras lo conseguimos –digo– no dejemos que desaparezcan los últimos especímenes en esos pueblos que con tanto cariño nos esperan, acogen y atienden.

Gonzalo Julián