Basurero debajo del puente de Los Tres Arboles

Tenemos después de repensarlo más de ocho años, nuevo contrato de limpieza y de recogida de basuras. Se han colocado nuevos contenedores, se instalaran nuevas papeleras y se está utilizando nueva maquinaria, por lo demás pocos cambios. Se barren las calles como siempre, y se descargan los contenedores como siempre. Como siempre, hay quien lo considera correcto, y como siempre hay quien lo considera deficiente, al seguir observando los mismos papeles o lo que sea en el mimo sitio durante varios días. Habría que taparse los ojos, para que pasaran desapercibidas esas acumulaciones de basura  junto a su debido recipiente de depósito, por estar este repleto.

Para la retirada de muebles como otros objetos de gran tamaño hay dos días específicos a la semana, martes y viernes, en los que se pueden sacar lo que sea, dando aviso a un teléfono determinado. Todo ello, cuando no se pueda por razones de transporte enviar directamente al punto limpio, situado en la carretera de la Aldehuela. Que sean esos dos días mencionados precisamente no quita para que alguien haga de su capa un sayo y saque lo que le parezca el día que le convenga. Que lo sepan, además de pasar un camión vaciando los contenedores, los de materia orgánica  a diario, otro vehículo se da una vuelta, para retirar aquellos objetos voluminosos  que pueden se colchones, muebles, o lo que sea además de reenviar las bolsas de basura acumuladas en el suelo dejadas por el ciudadano, al interior del recipiente de desechos.

Aun teniendo fácil deshacerse de objetos voluminosos, hay quien riza el rizo y  se vale de algún sitio donde transite poca gente que pueda observar la acción, y de noche todos los gatos son pardos, para abandonar eso que estorba en casa. Bajo el puente de Los Tres Arboles, que a decir verdad nunca estuvo limpio, ya solían verse, escombros, cristales,  bolsas, botes y otras basuras. Ahora además ya empiezan a proliferar esos objetos grandes, sofás trozos de muebles y demás.

            Ahí están, esperando su retirada, no vale que una administración descarte su competencia, para no intervenir. No valen disculpas. Mal, quien utiliza este, como cualquier otro espacio para tirar basura, como quien debe de proceder a su retirada, o acaso esperan que la previsible crecida del invierno, alcance tales dimensiones que pueda llevarse todo, todo.

Manuel Herrero Alonso