Eugenio de Ávila
Jueves, 22 de Diciembre de 2022
COSAS MÍAS

Zamora huele a alcanfor

[Img #73210]En Zamora se piensa poco, quizá porque siempre piensan los mismos. Duele pensar, porque ese verbo, si los sabes conjugar, te conduce a la reflexión, al análisis, al estudio. Y después llegas a conclusiones ingratas para esta ciudad y su provincia. Verbigracia: hay una elite, vulgarizada, porque ni tan si quiera alcanza la categoría de cacique, que ha prohibido pensar a todo quisque.

 

Los medios de comunicación no piensan, escriben lo que les echa el poder en el pesebre de las noticias. La prensa vive del dinero público, que no es de nadie, según el célebre aserto de la socialista Carmen Calvo.  Plata, que diría un fan de Messi, que es suyo y mío y de aquel y que reparten  ayuntamientos, diputacioes o gobiernos autonómicos o Moncloa. Los políticos pagan por noticias...buenas para ellos, para sus partidos, para sus ejecutivos.

 

Zamora no avanza, porque la gente del común permite que piensen por ellos. Como los políticos, los que nos representan en Valladolid y Madrid, piensan a su manera, la de  sus jerarcas, la de los jefes de sus partidos, registramos un encefalograma plano económico y social.

 

El personal de nuestra tierra deja hacer. Y tanto se ha deshecho en nuestra provincia, que formamos un desecho nacional, una zahúrda de impotencias que nadie quiere, porque nos ha convertido en una especie de reserva espiritual, antropológica, sociológica. Los que pensaban, los más preparados, se marcharon. No toleraron tanta mediocridad. Nos quedamos los vulgares, los cobistas y los felones, e importamos lo peor de cada casa.

 

Aquí huele a dejadez, inercia y paz mugrienta. Aquí hay una aroma a desidia, a niebla enferma y ropa vieja del armario de la bisabuela.  En Zamora nieva  alcanfor y llueve lejía. Porque, cuando no se piensa, cuando duele, cuando cansa agitar el cerebro, buscar las razones de nuestro retraso, morirse resulta encantador. Los zamoranos ya nacemos con la mortaja. Exportamos pañales, que no nos hacen falta.

 

¡Cómo se podría ser optimista en una tierra silente, durante décadas, ante el poder caciquil; cómo mantener la esperanza y la fe, si las instituciones públicas practican la caridad  con Zamora, cómo escribir mentiras, embustes, engaños sobre la realidad de nuestra tierra!

Eugenio-Jesús de Ávila

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.149

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.