Partido muy inteligente de Zamora Enamora que suma su sexta victoria, ante el Canoe (77-68)

Zamora Enamora comenzó el año en el Ángel Nieto con una victoria sencilla, pero no fácil, ante un Canoe que nunca se dio por vencido. Una excelente primera mitad, a la que se llegó con una ventaja de diez puntos, bien administrada tras el descanso, sirvió para derrota a un equipo como el madrileño que llegó a Zamora en igualdad de condiciones a los de Saulo Hernández. Por lo tanto, a priori, el choque era importante para ambas escuadras.

Fue una victoria que se construyó punto a punto. No hubo grandes diferencias en los cuatro cuartos. La escuadra excelente gustó en los primeros diez minutos, con buen trabajo en defensa, al dejar a su oponente en solo 14 puntos, y feliz en ataque, para encestar 20. Antes del descanso, con esa labor de hormiguita propia de este equipo, Zamora Enamora siguió abriendo distancias. De tal manera, al descanso se llegaría con un 43-33. Diez puntos que, en principio, no solucionaban el partido, pero sí lo condicionarían, siempre que se supiera administrar esa ventaja, porque resultaba diáfano que los madrileños intentarían acortar las distancias tras el paso por vestuarios.

El tercer cuarto fue igualadísimo, con mejor trabajo defensivo que en ataque. Los de Saulo Hernández se dedicaron más a mantener las diferencias que a agrandarlas, mientras Canoe intentó recortarlas. Gran batalla defensivo, que, además, ganó Zamora Enamora, aunque fuese solo por un punto (16-15), que sumado a los diez del descanso, dejaba con 11 puntos arriba a los celestes para jugar con comodidad el último cuarto. Y así fue. Lo intentó el cuadro visitante que, de hecho, se impuso en estos diez últimos minutos finales (18-20), dos puntos insuficientes para quedarse con la victoria, la sexta, por cierto, para la escuadra local: 77-68.

Cinco jugadores celestes superaron la decena de puntos: de más a menos, Persson (16), Pablo Marín y Naspler (13), y Erikas y Yates (10).