AMENAZAS
Una zamorana, obligada a escapar de su pueblo por la excarcelación de su exmarido y violador
Desde la cárcel, era habitual el envío de amenazas a esta mujer, que no ha querido facilitar su nombre
Su exmarido y maltratador vio reducida su condena de 6 a 4 años el pasado 12 de diciembre, lo que supuso su inmediata puesta en libertad.
"Rosa" es el nombre ficticio que se ha puesto una mujer que vive en un pueblo de Zamora y que se ha visto obligada a tomar la dura decisión de huir de su domicilio por las amenazas de su exmarido, que ha visto rebajada su condena el pasado mes, gracias a la rebaja de las penas de la conocida como "Ley del solo sí es sí". El agresor sexual, según relata esta zamorana, antes de abandonar la prisión, le envió amenazas gravísimas, del tipo de: “En cuanto salga de la cárcel, te voy a segar el cuello".
El hombre, muy violento, fue condenado por otros delitos en el pasado y, al salir de la cárcel, en agosto del año 2012, acudió al domicilio de esta mujer, donde fue violada brutalmente, delito por el que él cumplía condena.
Ante el pavor de esa advertencia del que fuera su pareja, Rosa ha huido de su pueblo y permanece escondida, con el silencio cómplice de su abogada, que guarda en secreto su paradero.
"Rosa" es el nombre ficticio que se ha puesto una mujer que vive en un pueblo de Zamora y que se ha visto obligada a tomar la dura decisión de huir de su domicilio por las amenazas de su exmarido, que ha visto rebajada su condena el pasado mes, gracias a la rebaja de las penas de la conocida como "Ley del solo sí es sí". El agresor sexual, según relata esta zamorana, antes de abandonar la prisión, le envió amenazas gravísimas, del tipo de: “En cuanto salga de la cárcel, te voy a segar el cuello".
El hombre, muy violento, fue condenado por otros delitos en el pasado y, al salir de la cárcel, en agosto del año 2012, acudió al domicilio de esta mujer, donde fue violada brutalmente, delito por el que él cumplía condena.
Ante el pavor de esa advertencia del que fuera su pareja, Rosa ha huido de su pueblo y permanece escondida, con el silencio cómplice de su abogada, que guarda en secreto su paradero.
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