Mª Soledad Martín Turiño
Martes, 24 de Enero de 2023
ZAMORANA

Tareas de cara al mes de mayo

[Img #74294]Cuando veo cómo se marchitan los pueblos de Zamora, aquellos que un día fueron la cuna de muchas personas que hoy residen lejos y se han labrado futuros impensables de haber permanecido allí, me considero una persona afortunada, pero siento, al mismo tiempo, una punzada de culpa. Aquellos pueblos que constituyeron nuestro origen, hoy yacen olvidados, cada vez más vacíos, sin que nadie se interese en proteger la cultura que habitó en ellos un día y que formó nuestro carácter y nuestra manera de ser.

 

Eran pueblos agrícolas y ganaderos, y ahora son villas deshabitadas en las que residen un puñado de personas, en su mayoría de edad avanzada, que esperan terminar sus días en el terruño que les vio nacer.

 

Conservo recuerdos impagables de la forma de vida de entonces; en la que todos nos conocíamos, nos parábamos a saludar y a charlar un rato sin prisas, la gente se preocupaba de los demás y se apoyaban en las horas malas. Era frecuente que varias vecinas se juntaran a la puerta de una casa y se sentaban en corro haciendo “la portalada” para coser, escuchar la novela de la radio o, simplemente estar juntas. Aquellas tardes eran todo un aprendizaje para mí, siempre dispuesta a escuchar y mantener ojos y oídos atentos a lo que allí se decía. De vez en cuando pasaba alguien de camino a la tienda o a la iglesia y se detenía un rato a observar las labores que se tejían o, simplemente, a gastar un rato de plácida conversación.

 

No existía peligro y los niños podían corretear por la calle sin miedo; de tal forma que en muchas ocasiones se les perdía de vista después de la escuela hasta la hora de merienda. Son muchos los recuerdos de entonces y creo que hay que manifestarlos, ponerlos en valor, recordar… porque todo aquello ahora no existe.

 

¿Cómo frenar la imparable despoblación y evitar que las viejas villas se queden solas? No hay fórmulas mágicas, solo llegarán las soluciones si las trabajamos a conciencia, y si de algo vale escribir sobre aquello es para que no mueran también los recuerdos, esas viejas nostalgias de las que viven las personas mayores, rememorando un pasado en el que eran protagonistas, no estaban solos y el pueblo era su vida.

 

Llegan las elecciones y parece que ahora todos estamos más receptivos porque se pueden materializar logros dormidos: que la despoblación sea un reto a combatir, que los pueblos vuelvan a crecer, que se construyan casas y se acerque el medio rural al urbano, ofertándolo como lugar de descanso, de teletrabajo, para montar un pequeño negocio… es decir, dar facilidades para que quien esté interesado en vivir lejos de una metrópoli, buscando la paz, la tranquilidad, el sosiego y el contacto con la naturaleza, pueda hacerlo si se le brindan las facilidades necesarias.

 

Sueño con que se revitalice la provincia de Zamora; porque si la capital está muy necesitada; el medio rural sobrevive completamente abandonado. Ahora que es el turno de preparar las promesas, de estudiar mejoras, de potenciar las fortalezas de nuestra tierra, es tiempo también de poner a la provincia de Zamora en la picota. Creo que tenemos buenos candidatos, personas honradas y preocupadas por mejorar esta tierra; en ellos confío. Soy consciente de que tienen buenas ideas, de que han salido a pueblos y comarcas, han visto las carencias y conocen de primera mano, tanto la ciudad como los pueblos.

 

En cuanto a la capital, si tiene un reto fácilmente resoluble, es la promoción. Se ha demostrado con la feria Fromago y la repercusión internacional que tuvo porque, cuando se planifican bien las cosas, se ven los resultados; y a Zamora hay que promocionarla sin descanso, en todas partes, en las cercanas grandes metrópolis, con cartelería, anuncios publicitarios, cuñas en radio y televisión, videos propagandísticos… imágenes, en fin, que se queden en la retina de la gente. Tenemos que enamorarles para que vengan a la capital, no de paso, sino que pernocten, consuman, gasten... y para ello es preciso que los servicios de restauración, hostelería, promoción de sus productos, transporte etc. estén a la altura. Una solución son los paquetes turísticos que, además de enseñar la ciudad, les lleven a poblaciones cercanas para complementar la estancia: catas de vinos, rutas paisajísticas, avistamiento de aves….

 

Tenemos la materia prima, disponemos de ganas, de voluntad… solo queda materializarlo y, en ocasiones, no es preciso disponer de grandes recursos económicos, sino de ingenio.

 

Ahora que se están moviendo fichas y fichajes para alcanzar las correspondientes alcaldías, deseo a los candidatos que ya se van pronunciando, que no se degraden, que sigan siendo ellos mismos, sin venderse a nadie, que no entren en la dialéctica bronca a la que nos han acostumbrado desde el poder y, sobre, todo que Zamora sea su prioridad, porque les conocemos y en ellos vamos a depositar nada menos que nuestra confianza. ¡A ver si son dignos de ella!

 

 

Mª Soledad Martín Turiño

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.174

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.