Combatir por el futuro de Zamora

Zamora mengua, como las personas con la edad. La ciudad del Romancero padece una enorme sangría de población. Los zamoranos, mientras, se cruzan de brazos y... guardan silencio. Este estado espiritual lo he definido como apatía antropológica. Nadie se mueve. Se ve pasar la vida por inercia. Nada está bien, ni todo es malo. Resignación.

Ahora bien, en poco más de tres meses y medio comenzará la campaña electoral que desembocará en el voto en las urnas el 28 de mayo. Creo que los grandes partidos ya la han iniciado. No aguardan al viernes 12 de mayo para comenzarla. En esta última edición de “El Día de Zamora”, aparecida hoy, se evidencia.

Los zamoranos no son conscientes de que nuestra ciudad y su provincia se la juegan en estos comicios. Necesitamos elegir políticos con ideas, con proyectos, que transformen Zamora; políticos que busquen lejos de nuestra ciudad, en las grandes urbes, empresarios dispuestos a invertir aquí. Hay que impedir que esta ciudad pase a la historia, hay que luchar por su futuro.

Y si zamoranos se unen para formar un partido nuestro, del pueblo, de la tierra, los apoyaré. No podemos ceder ante el mal. No podemos rendirnos, no debemos conformarnos con esta decadencia hacia la nada económica y social. Yo también adoro a una Zamora que diga sí al porvenir de nuestra gente, niños, jóvenes, adultos y ancianos e incluso nonatos. Zamora sí y Zamora no...al caciquismo, al nepotismo, al olvido. Zamora existe porque lucha por su futuro. Hay una Zamora viva que jamás sacará la bandera blanca. No convertiré en un desertor ni en un cobarde, porque habré luchado junto a los que aman su tierra y la defendieron ante el poder político y empresarial.

Eugenio-Jesús de Ávila