2ª RFEF
El Zamora CF recibe al colista, entre peticiones de un arbitraje imparcial
La inquina de los colegiados abruma a los rojiblancos
El domingo, a las 17.:30 h, el Zamora CF juega, en el Ruta de la Plata, su partido correspondiente a la vigesimotercera jornada de la Liga, con el Burgos Promesas, colista de la clasificación, que solo ha ganado y empatado el mismo número de encuentros, tres, y perdido nada menos que 16. Es, además, el equipo más goleado (40) y el que menos tantos marco (13). No necesito expresar que solo se concibe la victoria rojiblanca ante tan débil rival. Pero el fútbol es un deporte que gusta tanto porque suele sorprendernos. ¿De acuerdo? Por cierto, importante baja en el Zamora: Iricíbar, lesionado, por cierto, finalmente, Luengo podrá jugar.
Pero confieso que sigo “encabronado” con el arbitraje de ese desahogado cántabro, el colegiado Castellano Argueso, un ladrón del fútbol, un tipo injusto desde la raíz. Nunca pensé que el Zamora recibiese arbitrajes tan viles como los vividos en esta campaña y, por qué ignorarlo, también en la 1ª RFEF durante la temporada 2021-2022. Ahora bien, lo que presencié en el estadio Vero Boquete San Lázaro alcanza el asesinato futbolístico. El encuentro Compostela-Zamora CF me pareció un atentado, prevaricación arbitral, porque, desde el principio, ese sujeto cántabro fue a evitar que el cuadro rojiblanco venciese al equipo gallego. La expulsión de Theo Chendri, futbolista que dirigía el juego rojiblanco desde la medular, el que daba un toque de distinción a la escuadra zamorana, sancionó al equipo que creaba un gran fútbol.
Desde que el francés abandonó el campo, el conjunto franjiceleste fue despertándose, aunque nunca pondría en apuros a los rojiblancos en el cuarto de hora que quedaba para finiquitar la primera entrega.
El Zamora tenía que hacer frente a más de una hora con un hombre menos. Eso, en principio. No obstante, al comienzo de la segunda mitad, Álex Ares marcó un golazo, para poner por delante a su equipo. Con ventaja en el marcador y pese a su inferioridad numérica, el equipo que dirige, con maestría, Yago Iglesias, perdió el mando del choque; pero tampoco el Compostela exigiría un gran trabajo a Troya, el meta suplente que relevó a Iricíbar después de su lesión en la primera entrega.
Como el equipo local mostraba incapacidad para empatar el partido, reapareció, si es que alguna vez se había ido, el árbitro. ¿Cómo? Expulsando al central Luismi Luengo, objeto de falta clarísima, como se ha demostrado en las imágenes de la televisión, por parte del delantero gallego, que fingió, para buscar le pena máxima. El Zamora se quedaba con nueve hombres, para defender un punto durante más de 25 min. Espero que Luengo, joven y gran central, pueda jugar el domingo ante el Burgos Promesas. De no ser así, el Comité de Competición mostraría una querencia por la injusticia.
Concluyo: He visto, desde que era niño, casi todos los partidos del Zamora CF y nunca como en esta temporada, en esta maldita 2ª RFEF, contemplé actuaciones arbitrales tan parciales contra el club. Recuerdo partidos, como uno en La Vaguada contra el Bilbao Ath., que fue otro atentado contra los intereses del equipo zamorano. Pero jamás, partido tras partido, observe esa persecución. No hay encuentro sin un expulsado, o dos, cuando no hay ni un solo jugador de esos que se consideran duros, en la plantilla. No tengo estadística de los expulsados en este grupo, pero intuyo que el Zamora es el equipo que más expulsiones ha recibido.
Quizá se quiera acabar con la presencia del Grupo Vivir como máximo accionista del club. No lo sé. Pero las actuaciones arbitrales me están pareciéndome absolutamente irregulares.
El domingo, a las 17.:30 h, el Zamora CF juega, en el Ruta de la Plata, su partido correspondiente a la vigesimotercera jornada de la Liga, con el Burgos Promesas, colista de la clasificación, que solo ha ganado y empatado el mismo número de encuentros, tres, y perdido nada menos que 16. Es, además, el equipo más goleado (40) y el que menos tantos marco (13). No necesito expresar que solo se concibe la victoria rojiblanca ante tan débil rival. Pero el fútbol es un deporte que gusta tanto porque suele sorprendernos. ¿De acuerdo? Por cierto, importante baja en el Zamora: Iricíbar, lesionado, por cierto, finalmente, Luengo podrá jugar.
Pero confieso que sigo “encabronado” con el arbitraje de ese desahogado cántabro, el colegiado Castellano Argueso, un ladrón del fútbol, un tipo injusto desde la raíz. Nunca pensé que el Zamora recibiese arbitrajes tan viles como los vividos en esta campaña y, por qué ignorarlo, también en la 1ª RFEF durante la temporada 2021-2022. Ahora bien, lo que presencié en el estadio Vero Boquete San Lázaro alcanza el asesinato futbolístico. El encuentro Compostela-Zamora CF me pareció un atentado, prevaricación arbitral, porque, desde el principio, ese sujeto cántabro fue a evitar que el cuadro rojiblanco venciese al equipo gallego. La expulsión de Theo Chendri, futbolista que dirigía el juego rojiblanco desde la medular, el que daba un toque de distinción a la escuadra zamorana, sancionó al equipo que creaba un gran fútbol.
Desde que el francés abandonó el campo, el conjunto franjiceleste fue despertándose, aunque nunca pondría en apuros a los rojiblancos en el cuarto de hora que quedaba para finiquitar la primera entrega.
El Zamora tenía que hacer frente a más de una hora con un hombre menos. Eso, en principio. No obstante, al comienzo de la segunda mitad, Álex Ares marcó un golazo, para poner por delante a su equipo. Con ventaja en el marcador y pese a su inferioridad numérica, el equipo que dirige, con maestría, Yago Iglesias, perdió el mando del choque; pero tampoco el Compostela exigiría un gran trabajo a Troya, el meta suplente que relevó a Iricíbar después de su lesión en la primera entrega.
Como el equipo local mostraba incapacidad para empatar el partido, reapareció, si es que alguna vez se había ido, el árbitro. ¿Cómo? Expulsando al central Luismi Luengo, objeto de falta clarísima, como se ha demostrado en las imágenes de la televisión, por parte del delantero gallego, que fingió, para buscar le pena máxima. El Zamora se quedaba con nueve hombres, para defender un punto durante más de 25 min. Espero que Luengo, joven y gran central, pueda jugar el domingo ante el Burgos Promesas. De no ser así, el Comité de Competición mostraría una querencia por la injusticia.
Concluyo: He visto, desde que era niño, casi todos los partidos del Zamora CF y nunca como en esta temporada, en esta maldita 2ª RFEF, contemplé actuaciones arbitrales tan parciales contra el club. Recuerdo partidos, como uno en La Vaguada contra el Bilbao Ath., que fue otro atentado contra los intereses del equipo zamorano. Pero jamás, partido tras partido, observe esa persecución. No hay encuentro sin un expulsado, o dos, cuando no hay ni un solo jugador de esos que se consideran duros, en la plantilla. No tengo estadística de los expulsados en este grupo, pero intuyo que el Zamora es el equipo que más expulsiones ha recibido.
Quizá se quiera acabar con la presencia del Grupo Vivir como máximo accionista del club. No lo sé. Pero las actuaciones arbitrales me están pareciéndome absolutamente irregulares.



























Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.4