Sábado, 27 de Diciembre de 2025

Redacción
Sábado, 06 de Mayo de 2023
HABLEMOS

Despropósitos ecologetas

Desde Zamora

[Img #78017]   El entramado mediático, con auxilio de sus franquicias publicitarias, no deja de abogar por las energías sostenibles, propaganda interesada del desastre. Acerca de la bondad de molinos y junglas eólicas con sus efectos sobre el paisaje, la fauna y la flora, tenemos suficiente noticia.

 

   Todo sea por las Agendas de un progresismo despótico, sucursal de la vieja dictadura comunista. Aun así, una opinión pública idiotizada no suele advertir el trasfondo de aberraciones contrarias al puro sentido común. Entre ellas el delirio de convertir terrazas, balconadas y fachadas urbanas en un bosque, una pradería, una huerta campestre, lo cual supuestamente ayudaría a sanear la atmósfera y reducir la traída y llevada huella del no menos trajinado CO2. Monumental, la majadería ignora lo que un modelo así supondría en relación al mantenimiento, seguridad, aislamiento, poda, limpieza… y bichos, malditos bichos desde el insecto hasta las ratas del aire, colonizando los parques artificiales que el ecologeta de cargo, al alimón con el animalista después de adoctrinar al crédulo de lo mismo, pondría a su disposición con plena bula antihigiénica y registro administrativo.

 

   Tal disparate, costoso a la hora de instalar y mantener, es difícil que se abra camino, si bien todo se andará. No obstante, hay otro sobre el que se insiste últimamente, como es el forrar terrazas, fachadas y tejados con placas solares, publicitadas a manera de ahorro y remedio frente al sobado cambio climático. Incluso perdido el saber de la experiencia, algunos recordarán la inquietud que en nuestros mayores causaba la sola posibilidad de deambular, remejer en el tejado para la operación más nimia. Pasear por la cubierta rebasando portillos y claraboyas implicaba normalmente destartalar, romper, descolocar tejas y canaletas, como segura amenaza de goteras con su molestia y correspondiente arreglo.

 

   El ecologismo no pasa de apostolado progresista comunista, al acecho de lo suyo. Lo verdaderamente grave estriba en que la grey que lo secunda no para mientes respecto al invento de placas y paneles solares, con la ruina urbanística, paisajística y cultural de nuestros pueblos y ciudades, depositarios de una tradición milenaria. Pero si no se hace por estética, mucho más pecado tiene no hacerlo por razones prácticas. ¿Es que nadie piensa en lo que acarrearía la instalación, el mantenimiento, la sustitución o en su caso reparación de las placas solares y su infraestructura para cualquier tejado, baqueteado un día sí y otro también a causa de tales chapuzas? Ello amargando de paso la existencia al ingenuo que se preste en su vivienda a semejante despropósito.

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.122

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.