FÚTBOL FEMENINO/LIGA GONALPI
La Bovedana de las féminas se hace con el liderato ante el San José y ante un pueblo entregado: 1-0
Alrededor de 150 personas vitorearon a las suyas y les hicieron pasillo al finalizar el partido
Les decía Juanga a las suyas antes de iniciarse el partido que estuvieran ojo avizor, porque iba a ser un duelo de detalles y Verónica Sotillo le dio la razón ya en el minuto 11 al saber esperar el momento oportuno y empujar el balón a la red tras el lanzamiento de un córner en el que las forasteras estuvieron demasiado lentas.
El partido había empezado con las dos defensas muy adelantadas y ello favorecía a las locales que con Viky y Rocío ponían en jaque a la defensa contraria a base de velocidad y obligaban a Alba Gómez a hacer labores de los que en mi época se llamaba “defensa escoba”, saliendo constantemente de su portería. Aún así, Vicky pudo marcar al inicio y Rocío mandaba el balón a las nubes en el minuto 5 tras quedarse sola ante la portera contraria.
Con el marcador en contra, las sorianas no pudieron o no supieron darle otro aire al partido, sin mordiente y a base de tiros lejanos que no inquietaron en ningún momento a la portera local, salvo un lanzamiento que pasó rozando el larguero. Mientras tanto, las locales seguían el manual que les estaba dando resultado hasta entonces, aprovechando la separación de líneas de las verdes para seguir con esos balones largos que suelen quedar divididos entre la delantera que los persigue y la portera que intenta atajarlos, con esas décimas que deciden el ganador y que tanto le gusta al respetable.
En la segunda parte, las sorianas salieron decididamente al ataque, pero lo era más por amontonar jugadoras arriba que por ideas claras y, poco a poco, las opciones se fueron esfumando, máxime cuando cayeron en las protestas continuas al trío arbitral, algo que Hugo Palomar no supo enderezar y ese desquiciamiento las fue sacando del partido. Quizás, en 2 ocasiones bastante al final, inquietaron a la portera local, aunque las azulonas también tuvieron alguna, pero el marcador no se movió.
Juanga, emocionado, habló del ya típico “partido a partido” y no le falta razón, pero ahora, él tiene -su equipo- la sartén por el mango y la potestad de que los huevos salgan con o sin puntilla y detrás un pueblo que vive junto a las jugadoras el momento tras esta victoria que Itziar adjetivaba al final como “justa y necesaria”.

Les decía Juanga a las suyas antes de iniciarse el partido que estuvieran ojo avizor, porque iba a ser un duelo de detalles y Verónica Sotillo le dio la razón ya en el minuto 11 al saber esperar el momento oportuno y empujar el balón a la red tras el lanzamiento de un córner en el que las forasteras estuvieron demasiado lentas.
El partido había empezado con las dos defensas muy adelantadas y ello favorecía a las locales que con Viky y Rocío ponían en jaque a la defensa contraria a base de velocidad y obligaban a Alba Gómez a hacer labores de los que en mi época se llamaba “defensa escoba”, saliendo constantemente de su portería. Aún así, Vicky pudo marcar al inicio y Rocío mandaba el balón a las nubes en el minuto 5 tras quedarse sola ante la portera contraria.
Con el marcador en contra, las sorianas no pudieron o no supieron darle otro aire al partido, sin mordiente y a base de tiros lejanos que no inquietaron en ningún momento a la portera local, salvo un lanzamiento que pasó rozando el larguero. Mientras tanto, las locales seguían el manual que les estaba dando resultado hasta entonces, aprovechando la separación de líneas de las verdes para seguir con esos balones largos que suelen quedar divididos entre la delantera que los persigue y la portera que intenta atajarlos, con esas décimas que deciden el ganador y que tanto le gusta al respetable.
En la segunda parte, las sorianas salieron decididamente al ataque, pero lo era más por amontonar jugadoras arriba que por ideas claras y, poco a poco, las opciones se fueron esfumando, máxime cuando cayeron en las protestas continuas al trío arbitral, algo que Hugo Palomar no supo enderezar y ese desquiciamiento las fue sacando del partido. Quizás, en 2 ocasiones bastante al final, inquietaron a la portera local, aunque las azulonas también tuvieron alguna, pero el marcador no se movió.
Juanga, emocionado, habló del ya típico “partido a partido” y no le falta razón, pero ahora, él tiene -su equipo- la sartén por el mango y la potestad de que los huevos salgan con o sin puntilla y detrás un pueblo que vive junto a las jugadoras el momento tras esta victoria que Itziar adjetivaba al final como “justa y necesaria”.


















Paco Jiménez | Lunes, 08 de Mayo de 2023 a las 15:07:47 horas
Muy buena crónica, fiel reflejo de lo que pasa, gracias por todo el apoyo que dais al fútbol femenino.
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