Ni para la lluvia estamos preparados.

Se queda en un dicho, muy  exagerado aunque no descartable, lo de que nos van a cobrar hasta por respirar. Por otras cosas ya lo hacen, digamos ir al baño. Literal no es de ahora, es de toda la vida. Del mismo modo que el agua del grifo tiene un precio, lógico en cuanto a que lleva unos gastos algo tan básico como que en un domicilio se abra un grifo y salga por el caño el líquido elemento, después de haber sido extraído  del pozo, río, o donde sea, proceder  a su bombeo, decantación, filtrado,  tratamiento químico y el añadido en una   mínima  parte por millón de hipoclorito sódico. Además de recibir el agua en casa también cobran por lo otro, por deshacerse de ella. Es un coste llamado saneamiento, el alcantarillado de toda la vida, que se cobra junto con el recibo de la compañía suministradora del agua de red. Ese cargo añadido al recibo se supone por el mantenimiento del colector, y de la estación depuradora de aguas residuales situada en la carretera de Almaraz. A los vecinos del barrio de Carrascal es de suponer le cobren bastante menos, al carecer de depuradora, que lleva en proyecto tantos años como los de IU en el gobierno local, lo que equivale a que lo que caiga al inodoro, saldrá directamente por el desagüe al Duero, tal cual.

            Con lo que nos cuesta el saneamiento, como hemos dicho se supone entre otras cosas, como  el mantenimiento de los ramales del colector, que no es otra cosa que realizar una limpieza de las alcantarillas. Créanlo que se hace, hay  operarios, que de aquí para  allá, y con su santa paciencia, van retirando las acumulaciones de los sumideros y posteriormente hacen correr algo de agua para que se llene el sifón y no produzca los olores desagradables propios de las tuberías de aguas residuales.

Sí se hace, tal y como afirmamos, como es posible que en día de lluvia aunque esta no sea intensa, aparezcan esos charcos junto a las rejillas, indicando que no traga, que no absorbe lo suficiente. Pues está muy claro, la limpieza no se hace con la periodicidad necesaria, dado que el personal dedicado a este fin es insuficiente.