Valencia, España: ¡Sí se puede!

Por mucho que se empeñe una izquierda derrotada por la ciudadanía y el sentido común, hoy es momento de proclamar “¡Sí se puede!”, a raíz del pacto de gobierno alcanzado en Valencia por PP y Vox, fruto de una generosidad aliada con el realismo. Que cunda el ejemplo. Algo deseable y que sin duda acaecerá.

Aquello que difícilmente entenderá la izquierda aborricada además de asilvestrada, es que la humilde y sufrida ciudadanía a lo único que aspira es a vivir y prosperar en paz y seguridad. El PSOE, siendo como es el gran muñidor del tinglado, no calibró hasta dónde podía provocar a la gente común con sus apuestas extremistas a favor del latrocinio de la propiedad okupa, los beneficios penitenciarios a violadores y pederastas, las alianzas separatistas y el ataque a la agricultura y la ganadería con sus delirios ecológicos. Todo acompañado de una prepotencia y un descaro causantes del repudio general.

La única pega, por lo poco o quizá por lo mucho, es lo que se viene advirtiendo en este Hablemos respecto a ideario y programa. Un escrito en el que los recién coaligados reducen este último a unas cuantas generalidades bienintencionadas, tópicos del socorrido cajón de sastre politiqués, confirma la ausencia de un verdadero trabajo en orden a fijar no ya líneas rojas, sino las maestras de una acción de gobierno articulada coherentemente y de modo positivo en torno a grandes ejes de la acción política. Pues sería un error ampararse en la excusa de una definición en ideario siempre pospuesta, para limitarse al ir tirando de la gestión, del día a día de una política carente de verdadera iniciativa.

¡Sí se puede! ¿Pero en qué, cómo y para qué? Que lo aclaren de una vez. Y sobre los pactos, cuanto antes mejor.