Israel, Marruecos y el Sáhara occidental

Una vez más Israel hace caso omiso a las Leyes Internacionales al reconocer la soberanía a Marruecos del Sáhara Occidental. Tal reconocimiento pretende otorgar a la “potencia ocupante militarmente” la propiedad de un territorio, vulnerando los legítimos derechos del Pueblo Saharaui.

Israel nos tiene acostumbrados a consumar violaciones del Derecho Internacional, como de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y del Reglamento de la Asamblea General, ya que dichos incumplimientos les sale “gratis y sin ninguna consecuencia”. Como ejemplo, las “violaciones de las Leyes Internacionales sobre el Pueblo Palestino”, al que se le niega al legítimo derecho a establecer un Estado independiente.

Este reconocimiento por parte de Israel del Sáhara Occidental al Reino de Marruecos es un escandaloso pacto para legitimar la ocupación del territorio saharaui, en perjuicio del legítimo derecho de autodeterminación que le otorgan las Naciones Unidas en sus resoluciones, así como los Tribunales Internacionales, que han dictado sucesivas sentencias, resolviendo que Marruecos no tiene ningún derecho de legitimidad sobre el Sáhara Occidental.

Según anunció la Casa Real alauí, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, Israel reconoce formalmente la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Como ya ocurriera con el giro de España respecto al Sáhara Occidental, ha sido Rabat quien ha anunciado la nueva postura oficial de Israel.

En marzo de 2022 fue también la Casa Real alauí la que informó de la carta del Presidente del Gobierno Español, Pedro Sánchez, en la que respaldaba el plan de autonomía marroquí para el Sáhara como “la base más sólida, realista y creíble” para la resolución del conflicto, que lleva cerca de 50 años. Carta que, por cierto, Pedro Sánchez dice no sabe dónde está. Es más, sin contar con el Parlamento como es preceptivo en este caso, y saltándose la Ley que impide a España tomar partido entre dos países en guerra.

El posicionamiento de Israel está en la línea con la adoptada por el expresidente estadounidense, Donald Trump, que también reconoció la soberanía de Rabat sobre el Sáhara Occidental. Este reconocimiento podemos considerarlo un intercambio, para que Marruecos normalizara las reacciones diplomáticas con Israel que estaban rotas.

Hasta 1991 el Polisario y Marruecos estuvieron en guerra, pero ese año firmaron un alto el fuego con vistas a la celebración de un referéndum de autodeterminación. Las diferencias sobre la elaboración del censo y la inclusión de  

colonos marroquís está impidiendo hasta el momento su celebración. Pensemos que sobre un censo pactado en su principio de 76.000 saharauis, que eran los que vivían en el “Sáhara Español”, hoy hay cerca de 700.000 colonos marroquís desplazados en el Sáhara Occidental por el Gobierno de Marruecos.

         El 14 de noviembre de 2022, el Frente Polisario declaró roto el alto el fuero con Marruecos, en respuesta a una acción militar marroquí contra activistas saharauis en Guerguerat, en la zona de distensión pactada, lo que supuso para los saharauis una violación de las condiciones del alto el fuego.

         El Pueblo Saharaui tiene en Argelia un firme aliado a su causa, causa justa. Hoy Rusia y China, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, son firmes partidarios de que se cumplan las resoluciones de las Naciones Unidas y se celebre el Referéndum de Autodeterminación.