DENUNCIA
La interminable historia de las tablas rotas de San Martín
Vuelve a estar vallado, por el peligro de tropiezos o que alguien cuele un pie en alguno de sus agujeros.
Vamos perdiendo parte de la tradición oral que no deja de ser de ser un pedazo de nuestra cultura, como otras, pero nuestra. Si bien desde la administración se puede hacer algo por mantener ciertas tradiciones, otras solo en nuestra mano está que sigan vivas. Así, a muchos ciertos dichos le suenan raro, pero cuando se tiene cierta edad, no pocas veces habremos oído decir aquello de… Tres cosas tiene Zamora que no las tiene Madrid. Frase que concluye mencionando el paseo de San Martín. Que en aquel tiempo fue una importante zona de esparcimiento. Ciertas modificaciones posteriores lo han transformado completamente, con un diseño de arquitectura urbana cuestionable.
Una de esas transformaciones, sirvió para que un caseto de madera asomara en un lateral, para ciertas actividades, aún se conserva el indicativo de mercado de artesanía en la Rúa. Este año sin Belén en su interior, almacena las piedras encontradas en las excavaciones del aparcamiento. Junto a este edificio se acompañó una marquesina y a saberse quien ideó que como piso tuviera unas tablas, cuando podrían haberse construido de otro material, que tuviera mayor resistencia. Desde el primer día el entarimado presentó problemas, correcto que el vandalismo ha tenido bastante que ver, pero también simplemente por el uso las maderas sufrían roturas, con el correspondiente hundimiento y lo peor, el peligro de que alguien se tropezara o en el peor de los casos colara un pie hasta varios centímetros más abajo donde está el firme de tierra.
Todo hay que decirlo, en reiteradas ocasiones han procedido a reparar las láminas que precisaban ser sustituidas. Estaría bueno que no lo hicieran. Pero también cabe denunciar que eso ocurría después de llevar mucho tiempo rotas. Así una y otra vez. Siendo lo más habitual que en ese trozo de piso de madera, siempre hubiera algún agujero que reparar. Quién no recuerda durante la celebración de Fromago, las mesas asentadas en el parque, también en esta zona y los agujeros de sus tablas. Una suerte que no ocurriera algún accidente.
Ahora un vallado metálico, impide el paso a esa zona, donde tampoco nos perdemos nada. Todo apunta a que se procederá a reparar el piso, evidentemente esto es Zamora, y no se hará de forma inminente. La cuestión importante, dado el mal resultado desde su colocación que ha dado el tener ese suelo de madera, ¿No sería más conveniente sustituirlo por otro más duradero?
Manuel Herrero Alonso

Vamos perdiendo parte de la tradición oral que no deja de ser de ser un pedazo de nuestra cultura, como otras, pero nuestra. Si bien desde la administración se puede hacer algo por mantener ciertas tradiciones, otras solo en nuestra mano está que sigan vivas. Así, a muchos ciertos dichos le suenan raro, pero cuando se tiene cierta edad, no pocas veces habremos oído decir aquello de… Tres cosas tiene Zamora que no las tiene Madrid. Frase que concluye mencionando el paseo de San Martín. Que en aquel tiempo fue una importante zona de esparcimiento. Ciertas modificaciones posteriores lo han transformado completamente, con un diseño de arquitectura urbana cuestionable.
Una de esas transformaciones, sirvió para que un caseto de madera asomara en un lateral, para ciertas actividades, aún se conserva el indicativo de mercado de artesanía en la Rúa. Este año sin Belén en su interior, almacena las piedras encontradas en las excavaciones del aparcamiento. Junto a este edificio se acompañó una marquesina y a saberse quien ideó que como piso tuviera unas tablas, cuando podrían haberse construido de otro material, que tuviera mayor resistencia. Desde el primer día el entarimado presentó problemas, correcto que el vandalismo ha tenido bastante que ver, pero también simplemente por el uso las maderas sufrían roturas, con el correspondiente hundimiento y lo peor, el peligro de que alguien se tropezara o en el peor de los casos colara un pie hasta varios centímetros más abajo donde está el firme de tierra.
Todo hay que decirlo, en reiteradas ocasiones han procedido a reparar las láminas que precisaban ser sustituidas. Estaría bueno que no lo hicieran. Pero también cabe denunciar que eso ocurría después de llevar mucho tiempo rotas. Así una y otra vez. Siendo lo más habitual que en ese trozo de piso de madera, siempre hubiera algún agujero que reparar. Quién no recuerda durante la celebración de Fromago, las mesas asentadas en el parque, también en esta zona y los agujeros de sus tablas. Una suerte que no ocurriera algún accidente.
Ahora un vallado metálico, impide el paso a esa zona, donde tampoco nos perdemos nada. Todo apunta a que se procederá a reparar el piso, evidentemente esto es Zamora, y no se hará de forma inminente. La cuestión importante, dado el mal resultado desde su colocación que ha dado el tener ese suelo de madera, ¿No sería más conveniente sustituirlo por otro más duradero?
Manuel Herrero Alonso




















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