ILUMINACIÓN
Luces en la muralla, sombras en la calle
Se atienden nuevos proyectos de iluminación descuidando el mantenimiento de lo ya existente
Como mejora en el contrato de mantenimiento del alumbrado público, la empresa que actualmente lo presta por haber conseguido la concesión, realizó una reposición de la iluminación ornamental de las murallas del castillo. Hacía muchos años que aquellas viejas lámparas dejaron de funcionar. Comenzó quedando a oscuras la parte entre el Sillón de la Reina y el Portillo de la Lealtad, antes llamado de La Arena, tras la reparación del camino de acceso a este último, al cortarse los cables subterráneos. Paulatinamente se fueron fundiendo las luminarias, una tras otra hasta quedar inservible la iluminación, de tal manera que quedaba hasta bastante pobre ponerla en funcionamiento, dado que se hacía notar demasiado todo lo que faltaba. Con el tiempo, y dado la situación donde se encontraban, en pequeños casetos de ladrillo protegidos con una simple rejilla, desaparecieron todos los focos como también en alguno tramo, hasta el cableado.
De nuevo y gracias al buen hacer de la empresa se ha renovado completamente la iluminación ornamental de toda la muralla del castillo, con nuevos focos, reposición de cableado y una protección con moldes prefabricados que no desmerece la visión de los jardines. Recordando lo que ya había hace décadas y que por dejadez se fue perdiendo. Es de esperar que no suceda lo mismo y que conforme se vayan estropeando los focos se repongan, para evitar que la situación se repita.
Es propósito también, y resulta conveniente que el alumbrado de la vía pública se renueve dado el coste poco a poco, sustituyéndolo por nuevas lámparas de memos consumo a la postre de mayor duración. De momento, tenemos lo que tenemos y tendremos que apañarnos con las farolas, que medio lucen y que se van apagando, necesitando meses para que sean repuestas, en calles sinuosas como las del barrio de La Horta que da lugar a zonas sombrías, lo que unido a que en su mayoría son vías de plataforma única, presenten un serio peligro de atropello para los peatones que transitan de noche. Nada que objetar se pudiera, si se trata de una luminaria fundida puntualmente, pero cuando son varias en la mima zona denota que no se está actuando con demasiada diligencia en el mantenimiento de la iluminación publica. Todo es mejorable.

Como mejora en el contrato de mantenimiento del alumbrado público, la empresa que actualmente lo presta por haber conseguido la concesión, realizó una reposición de la iluminación ornamental de las murallas del castillo. Hacía muchos años que aquellas viejas lámparas dejaron de funcionar. Comenzó quedando a oscuras la parte entre el Sillón de la Reina y el Portillo de la Lealtad, antes llamado de La Arena, tras la reparación del camino de acceso a este último, al cortarse los cables subterráneos. Paulatinamente se fueron fundiendo las luminarias, una tras otra hasta quedar inservible la iluminación, de tal manera que quedaba hasta bastante pobre ponerla en funcionamiento, dado que se hacía notar demasiado todo lo que faltaba. Con el tiempo, y dado la situación donde se encontraban, en pequeños casetos de ladrillo protegidos con una simple rejilla, desaparecieron todos los focos como también en alguno tramo, hasta el cableado.
De nuevo y gracias al buen hacer de la empresa se ha renovado completamente la iluminación ornamental de toda la muralla del castillo, con nuevos focos, reposición de cableado y una protección con moldes prefabricados que no desmerece la visión de los jardines. Recordando lo que ya había hace décadas y que por dejadez se fue perdiendo. Es de esperar que no suceda lo mismo y que conforme se vayan estropeando los focos se repongan, para evitar que la situación se repita.
Es propósito también, y resulta conveniente que el alumbrado de la vía pública se renueve dado el coste poco a poco, sustituyéndolo por nuevas lámparas de memos consumo a la postre de mayor duración. De momento, tenemos lo que tenemos y tendremos que apañarnos con las farolas, que medio lucen y que se van apagando, necesitando meses para que sean repuestas, en calles sinuosas como las del barrio de La Horta que da lugar a zonas sombrías, lo que unido a que en su mayoría son vías de plataforma única, presenten un serio peligro de atropello para los peatones que transitan de noche. Nada que objetar se pudiera, si se trata de una luminaria fundida puntualmente, pero cuando son varias en la mima zona denota que no se está actuando con demasiada diligencia en el mantenimiento de la iluminación publica. Todo es mejorable.

















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