El Zamora CF debe jugar en Sant Andreu como si no hubiera partido de vuelta

Mientras algunos catalanes votan, el Zamora CF intentará salir ganador en esta primera vuelta de las elecciones al parlamento de la Primera División RFEF. Le espera, a las 18.05 horas, el Sant Andreu en su feudo, una especie de “bombonera” que se llenará con 6.000 forofos. Favorito, sin duda, el club catalán, porque la historia de los últimos 20 años, como recordaba Movilla el jueves, nos dice que el club rojiblanco se quedó sin ascenso siempre, si exceptuamos la extraordinaria temporada en el que se subió a la 1ª RFEF.  El resto, fracasos. Algunos tan sonoros como los de Castalia, ante el Castellón, y en Vallecas, ante el Rayo. Por eso es favorito el club de la barriada de la Ciudad Condal, porque soy de los que piensa que la plantilla rojiblanca no tiene nada que envidiar a otros clubes de la 2ª RFEF.  Además, los rojiblancos han demostrado su real valía cuando se les daba por “fallecidos” y ante equipos más fuertes incluso que el Sant Andreu, como Pontevedra, Compostela y Orense. El Zamora pierde potencial cuando se ha enfrentado a conjuntos que ocupaban posiciones de descenso. Hechos inexplicables que escapan a toda razón.

Se trata de volver “vivos” del estadio barcelonés, para cerrar la eliminatoria, a favor, en el Ruta de la Plata. Ganar sería ideal, pero tampoco sabría mal un empate. No me gustaría la derrota mínima. Los rojiblancos deberían saltar al césped artificial como si se tratase de una final, como si no hubiera partido de vuelta. Los hombres de Movilla deberían concienciarse en que el domingo, por la tarde, mientras los catalanes votan, ellos juegan una final sin más opciones, sin repesca. Por lo tanto, ganar o ganar.