
TURISMO DE CULTURA
Las Edades del Hombre 2025, el punto de inflexión para hacer de Zamora ciudad de turismo cultural
Primavera de 2027: Francisco Guarido, la persona que más mandatos ejerció como alcalde de Zamora junto a Antonio Vázquez, dejará la Casa de las Panaderas -si quiere-, pero supongo que nunca la política, porque el ser humano es un zoon politikon, sin que Aristóteles lo descubriese.
En el ecuador del mandato de nuestro regidor actual, Zamora, junto a su gran hermana lusa, la bella ciudad de Oporto, donde el Duero copula con la mar océano atlántica, se convertirá en la sede de una edición más de Las Edades del Hombre. Queda, pues, año y medio para que nuestra ciudad luzca más hermosa que nunca en su historia.
Le toca, por tanto, al equipo de gobierno de IU-PSOE realizar un plan de belleza intensa durante este tiempo, quitar esas verrugas que afean tanto el rostro de Zamora, como los garabatos en sillares de iglesias, edificios públicos y privados; hacer de plazas que, desde hace décadas, lucen una sobriedad que daña la sensibilidad urbana, como la de la Constitución, espacios atractivos, dignos de conocerse, placenteros; acabar con los solares del casco histórico, dejados por sus propietarios en el abandono absoluto, tomados por una vegetación salvaje, insectos y ratas; cambiar las calzadas de piedras, que tanto molestan al paseante, por baldosas de granito, entre la Plaza Mayor y la de la Catedral; reformar los jardines de Baltasar Lobo, con la introducción de una serie de fontanas, a imitación, verbigracia, de las que muestra el Patio de los Arrayanes de la Alhambra. Imitemos lo sublime. Hay espacio y belleza. Y, por supuesto, se necesita una segunda restauración del Castillo después de la realizada a toda velocidad en su momento, último mandato de Rosa Valdeón.
Intuyo que el Ayuntamiento ya se ha puesto a trabajar en estos asuntos de los que ahora escribo. Hay tiempo para poner más bonita a esta anciana que es Zamora. Y, ya de puestos, exigir al gobierno, a no tardar, un plan global de restauración del recinto amurallado medieval, que nunca más se ejecute por partes, que no se nos tome el pelo, que ya nos queda poco.
Las Edades del Hombre de 2025 deberían ser la asunción nacional de Zamora como emporio del turismo cultural y de la naturaleza. Oportunidad única para detener esta cuesta abajo en la rodada de nuestra ciudad.
Eugenio-Jesús de Ávila
Primavera de 2027: Francisco Guarido, la persona que más mandatos ejerció como alcalde de Zamora junto a Antonio Vázquez, dejará la Casa de las Panaderas -si quiere-, pero supongo que nunca la política, porque el ser humano es un zoon politikon, sin que Aristóteles lo descubriese.
En el ecuador del mandato de nuestro regidor actual, Zamora, junto a su gran hermana lusa, la bella ciudad de Oporto, donde el Duero copula con la mar océano atlántica, se convertirá en la sede de una edición más de Las Edades del Hombre. Queda, pues, año y medio para que nuestra ciudad luzca más hermosa que nunca en su historia.
Le toca, por tanto, al equipo de gobierno de IU-PSOE realizar un plan de belleza intensa durante este tiempo, quitar esas verrugas que afean tanto el rostro de Zamora, como los garabatos en sillares de iglesias, edificios públicos y privados; hacer de plazas que, desde hace décadas, lucen una sobriedad que daña la sensibilidad urbana, como la de la Constitución, espacios atractivos, dignos de conocerse, placenteros; acabar con los solares del casco histórico, dejados por sus propietarios en el abandono absoluto, tomados por una vegetación salvaje, insectos y ratas; cambiar las calzadas de piedras, que tanto molestan al paseante, por baldosas de granito, entre la Plaza Mayor y la de la Catedral; reformar los jardines de Baltasar Lobo, con la introducción de una serie de fontanas, a imitación, verbigracia, de las que muestra el Patio de los Arrayanes de la Alhambra. Imitemos lo sublime. Hay espacio y belleza. Y, por supuesto, se necesita una segunda restauración del Castillo después de la realizada a toda velocidad en su momento, último mandato de Rosa Valdeón.
Intuyo que el Ayuntamiento ya se ha puesto a trabajar en estos asuntos de los que ahora escribo. Hay tiempo para poner más bonita a esta anciana que es Zamora. Y, ya de puestos, exigir al gobierno, a no tardar, un plan global de restauración del recinto amurallado medieval, que nunca más se ejecute por partes, que no se nos tome el pelo, que ya nos queda poco.
Las Edades del Hombre de 2025 deberían ser la asunción nacional de Zamora como emporio del turismo cultural y de la naturaleza. Oportunidad única para detener esta cuesta abajo en la rodada de nuestra ciudad.
Eugenio-Jesús de Ávila
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