Braganza y Zamora, un mismo proyecto para un progreso conjunto

He escrito, no sé si ya con reiteración, que el futuro de nuestra provincia y su capital pasa por intensas relaciones con Tras os Montes y, un poquito más allá, con la preciosa ciudad de Oporto, donde el Duero empieza a ser océano. No espero grandes cosas más allá del oriente provincial, ni de los gobiernos de la nación, de lo que vaya quedando de ellas.

No sé si algún lector pudiera sentirse agraviado si confieso que me considero, cultural y emocionalmente, más cerca de los lusos del norte, con los que compartimos tantos vínculos, admirables por su educación, clase y trato, que con los catalanes que abominan de España e ignoran dónde esta Zamora en el mapa.

El desarrollo de nuestra provincia hallase en Portugal. Y el de Tras os Montes, también. Alabo, pues, la reunión que Francisco Guarido mantuvo en la Casa de las Panaderas con su homónimo de la hermana ciudad de Braganza, con el objetivo de captar fondos europeos. Zamora, por fin, ha encontrado, en nuestros amigos políticos lusos el camino más corto para que Europa sepa que existimos, que Tras os Montes y nuestra provincia también es Europa. Creo más en esta labor conjunta con Braganza que en lo que Valladolid nos pueda traer de la UE, porque hay precedentes, tras la entrada en la Comunidad Europea, de que nuestra provincia no fue tratada como se pretendía, porque la enorme masa de dinero que llegó a la Junta de Castilla y León no se distribuyó equitativamente. Si así hubiera sucedido, el desarrollo de las nueve provincias de esta autonomía forzosa, arbitraria en el reparto e injusta en la distribución industrial, hubiese sido idéntico. Desde la entrada en Europa, Zamora se hundió en la clasificación económica y demográfica de Castilla y León.

Para que Europa apueste por Tras os Montes y Zamora deberían presentarse dossiers extraordinarios, estudiados, trabajados, analizados el mínimo. Los dos mandatarios de Braganza y nuestra ciudad póngase de acuerdo en los proyectos más importantes para el desarrollo de ambas provincias. No queremos otro Plan E a lo Zapatero. No tiremos el dinero de todos en memeces, tipo la construida en la zona del Ruta de la Plata. Busquemos inversiones esenciales para los hermanos lusos y para nosotros.

Y, por supuesto, además del vínculo cultural entre Zamora y Oporto con la prodigiosa idea de Las Edades del Hombre, también abórdense lazos económicos extraordinarios con Portugal. La cultura, si se transmite con inteligencia, abre las puertas del progreso.

El río que nos une, el Duero-Douro, nos invita a la conexión económica y cultural. Seamos agua que piensa y reflexiona. Portugal esta muy cerca de Zamora, también de nuestro corazón.

Eugenio-Jesús de Ávila