VIAJE
De Zamora a Cabo Norte: Budapest (Hungría)
Gonzalo Julián
Todos, ahora ya, seguimos el viaje con Manuel, por lo que todos, ahora también, hemos llegado a la capital de Hungría, BUDAPEST. Ya son varias las veces con esta, que he oido el comentario de que esta ciudad pudiera estar entre las más bonitas de Europa. En este viaje todos los puntos de paso tienen su encanto: al panificarlos desde Zamora y al visitarlos, como de seguro ha sido este caso. La atracción se ve incrementada, potenciada, al estar condicionada por el tiempo –siempre limitado– de la estancia en cada destino: una noche... tal vez dos... puesto que el camino, (ya más de 8.000 Kms.), ha de seguir y el destino sigue esperando. Pero –como digo– en el caso que nos ocupa, los “pormenores” deben de estar siendo ciertamente atractivos, atrayentes, reconfortantes: CATEDRAL DE SAN SEVA, sus Balnearios, los Músicos callejeros, los Puentes... el DANUBIO, ¡siempre el Danubio!
Al atractivo es total, lo que provoca cierta envidia, por lo que supone un viaje con estas características, máxime para personas que superan la edad de jubilación, como es el caso del que rueda sobre la moto... y del que transcribe su andanza. De nuevo ánimo.
Gonzalo Julián
Todos, ahora ya, seguimos el viaje con Manuel, por lo que todos, ahora también, hemos llegado a la capital de Hungría, BUDAPEST. Ya son varias las veces con esta, que he oido el comentario de que esta ciudad pudiera estar entre las más bonitas de Europa. En este viaje todos los puntos de paso tienen su encanto: al panificarlos desde Zamora y al visitarlos, como de seguro ha sido este caso. La atracción se ve incrementada, potenciada, al estar condicionada por el tiempo –siempre limitado– de la estancia en cada destino: una noche... tal vez dos... puesto que el camino, (ya más de 8.000 Kms.), ha de seguir y el destino sigue esperando. Pero –como digo– en el caso que nos ocupa, los “pormenores” deben de estar siendo ciertamente atractivos, atrayentes, reconfortantes: CATEDRAL DE SAN SEVA, sus Balnearios, los Músicos callejeros, los Puentes... el DANUBIO, ¡siempre el Danubio!
Al atractivo es total, lo que provoca cierta envidia, por lo que supone un viaje con estas características, máxime para personas que superan la edad de jubilación, como es el caso del que rueda sobre la moto... y del que transcribe su andanza. De nuevo ánimo.























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