COSAS DE DE LA BIEN CERCADA
Zamora, un jardín junto al Duero
El Ayuntamiento quiere pintar de verde, con sus diferentes tonos, aquella Zamora que permanecía gris desde tiempos inmemoriales. Nuestra ciudad, porque así lo quiso la naturaleza, se levantó junto a un río extraordinario y un bosque mágico, el de Valorio. Cierto que durante buena parte del siglo XX los zamoranos se olvidaron de sus márgenes. Solo observaron el Duero algunos poetas o cuando se enfadaba y anegaba tierras y barrios ribereños. Ahora Zamora goza de dos masas forestales singulares, que no todas las ciudades de Castilla y León disfrutan.
Al parecer, La Marina y la plaza de Castilla y León tendrán más sombras para cobijar a los zamoranos cuando el sol nos castigue durante los meses del verano y, además, esos jardines en el aire transmitirán vida verde a los zamoranos. Pérgolas con jardines. También, ese secarral de la plaza de la Constitución, un manifestódromo estúpido, como si no hubiera en Zamora otros espacios más actos para protestar, criticar o alabar al poder, se le dotará de cierta arboleda, pero, como existe temor a que se filtre agua del riego al aparcamiento subterráneo, se plantarán sobre maceteros.
Como comenté en mi artículo de ayer, ha tiempo, hablando con un ingeniero zamorano, especializado en la construcción de fuentes y jardines, tanto en Zamora como en Tras os Montes, cuando le pregunté sobre la posibilidad de que esa céntrica ágora zamorana luciera ese espacio verde y sus posibles filtraciones, me respondió que no habría ningún tipo de problema al respecto.
Lo importante es que, entre estas dos plazas, como son las de Castilla y León y la de la Constitución veremos, a no tardar, maceteros urbanos de alta capacidad -así se denominan en el argot técnico- que permitirán plantar enebros, madroños, sabinas y endrinos, además de plantas aromáticas y arbustos.
Loada sea esa idea de que Zamora se tiña de verde- vida en su centro, donde escaseaban jardines y árboles. Pero también hay que transformar otros espacios como los de Baltasar Lobo, como se ejecutará en San Martín, otro de las zonas del casco histórico que más inversiones económicas recibieron, ya con Antonio Vázquez y Rosa Valdeón, pero que nunca alcanzó el esplendor de otras épocas, como cuando lucía un templete. Asocio siempre jardines y árboles con fuentes. El de San Martin de Abajo posee un gran atractivo porque allí luce la fuente más antigua de nuestra ciudad, del siglo XVIII.
Zamora no debe ser solo, pues, la ciudad de la arquitectura románica, del modernismo, del eclecticismo, del Romancero, sino de la naturaleza, siempre que la cuidemos y mimemos, y la traslademos a su centro urbano. Los zamoranos cambiaremos incluso de humor, nos volveremos gentes más alegres, no discutiremos tanto y adquiriremos un sentido del humor del que ahora carecemos. Dejaremos de ser personas secas para mostrar otro rictus en nuestro rostro, porque Zamora se convertirá en la ciudad de los jardines.
Eugenio-Jesús de Ávila
Fotografía: Plaza de la Constitución, ahora, un secarral, y en el futuro, quizá con árboles plantados sobre maceteros urbanos de alta capacidad
El Ayuntamiento quiere pintar de verde, con sus diferentes tonos, aquella Zamora que permanecía gris desde tiempos inmemoriales. Nuestra ciudad, porque así lo quiso la naturaleza, se levantó junto a un río extraordinario y un bosque mágico, el de Valorio. Cierto que durante buena parte del siglo XX los zamoranos se olvidaron de sus márgenes. Solo observaron el Duero algunos poetas o cuando se enfadaba y anegaba tierras y barrios ribereños. Ahora Zamora goza de dos masas forestales singulares, que no todas las ciudades de Castilla y León disfrutan.
Al parecer, La Marina y la plaza de Castilla y León tendrán más sombras para cobijar a los zamoranos cuando el sol nos castigue durante los meses del verano y, además, esos jardines en el aire transmitirán vida verde a los zamoranos. Pérgolas con jardines. También, ese secarral de la plaza de la Constitución, un manifestódromo estúpido, como si no hubiera en Zamora otros espacios más actos para protestar, criticar o alabar al poder, se le dotará de cierta arboleda, pero, como existe temor a que se filtre agua del riego al aparcamiento subterráneo, se plantarán sobre maceteros.
Como comenté en mi artículo de ayer, ha tiempo, hablando con un ingeniero zamorano, especializado en la construcción de fuentes y jardines, tanto en Zamora como en Tras os Montes, cuando le pregunté sobre la posibilidad de que esa céntrica ágora zamorana luciera ese espacio verde y sus posibles filtraciones, me respondió que no habría ningún tipo de problema al respecto.
Lo importante es que, entre estas dos plazas, como son las de Castilla y León y la de la Constitución veremos, a no tardar, maceteros urbanos de alta capacidad -así se denominan en el argot técnico- que permitirán plantar enebros, madroños, sabinas y endrinos, además de plantas aromáticas y arbustos.
Loada sea esa idea de que Zamora se tiña de verde- vida en su centro, donde escaseaban jardines y árboles. Pero también hay que transformar otros espacios como los de Baltasar Lobo, como se ejecutará en San Martín, otro de las zonas del casco histórico que más inversiones económicas recibieron, ya con Antonio Vázquez y Rosa Valdeón, pero que nunca alcanzó el esplendor de otras épocas, como cuando lucía un templete. Asocio siempre jardines y árboles con fuentes. El de San Martin de Abajo posee un gran atractivo porque allí luce la fuente más antigua de nuestra ciudad, del siglo XVIII.
Zamora no debe ser solo, pues, la ciudad de la arquitectura románica, del modernismo, del eclecticismo, del Romancero, sino de la naturaleza, siempre que la cuidemos y mimemos, y la traslademos a su centro urbano. Los zamoranos cambiaremos incluso de humor, nos volveremos gentes más alegres, no discutiremos tanto y adquiriremos un sentido del humor del que ahora carecemos. Dejaremos de ser personas secas para mostrar otro rictus en nuestro rostro, porque Zamora se convertirá en la ciudad de los jardines.
Eugenio-Jesús de Ávila
Fotografía: Plaza de la Constitución, ahora, un secarral, y en el futuro, quizá con árboles plantados sobre maceteros urbanos de alta capacidad


















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.114