ANÁLISIS
El estado del mundo (16)
Estamos al final de un periodo de transición muy caótico debido a que las viejas estructuras, económicas, políticas y sociales, que han prevalecido hasta ahora, ya no nos sirven y no acaban de ser sustituidas por unas maneras de organizarnos de acuerdo con lo que el mundo necesita para vivir en paz, acabando con la pobreza, la contaminación y las desigualdades insostenibles.
Actualmente el mundo está muy polarizado entre aquellas personas que desean los cambios y, lo que es más importante, creen que son posibles y aquellas otras que tienen una visión pesimista de la situación y opinan que no hay solución.
A lo largo de la historia de la humanidad siempre ha habido cambios que hasta que no han sucedido, la inercia del momento hacía suponer que nada pasaría. Por ejemplo, la desaparición de la URRS, la caída del muro de Berlín, con la consecuente unificación de las dos Alemanias. Nelson Mandela, después de 27 años en la prisión, fue liberado en el 1990, se convirtió en el nuevo presidente de Suráfrica y acabó con el apartheid racista. Nadie se podría imaginar que esto pasaría, pero pasó.
También la historia nos muestra que han aparecido grandes seres que nos han mostrado el camino a seguir y han dado lugar a las principales religiones y culturas, aunque no parece que les hayamos hecho mucho caso. Las principales religiones esperan la venida de uno de estos seres; si aceptamos esta creencia como válida, y no seré yo quien la ponga en entredicho, este gran líder esperado, tendría que tener las siguientes características, desde mi punto de vista,:
1. Tiene que ser un representante de toda la humanidad y no de una religión en particular. Aunque el nombre varíe de una religión a otra, tiene que ser un guía para toda la humanidad.
2. Estamos al borde del precipicio, no puede tardar en darse a conocer y orientarnos en lo que tenemos que hacer. El mundo lo necesita ahora.
3. Como los problemas globales requieren soluciones globales, pienso que nos hablaría de unirnos, respetando la diversidad, distribuyendo los recursos del planeta para que todos, sin excepción, puedan vivir dignamente. Sin compartir, no puede haber justicia y, por lo tanto, no puede haber paz.
4. Yo lo veo como un arquitecto de una nueva manera de vivir pero nosotros tendríamos que hacerlo posible.
Por nosotros mismos no creo que evitemos la autodestrucción. Ojalá las grandes religiones estén acertadas en su creencia y recibamos la ayuda del gran líder que el mundo necesita. Pienso que lo mejor que podemos hacer es mantener la esperanza, creer que así será y no nos autodestruiremos.
Las siguientes frases son de la película Star Trek:
- “La esperanza es el poder más grande en el universo”
- “No hay límites para lo que podemos conseguir cuando trabajamos juntos”
Jordi Gas
Catedrático de matemáticas jubilado y exprofesor universitario.
Estamos al final de un periodo de transición muy caótico debido a que las viejas estructuras, económicas, políticas y sociales, que han prevalecido hasta ahora, ya no nos sirven y no acaban de ser sustituidas por unas maneras de organizarnos de acuerdo con lo que el mundo necesita para vivir en paz, acabando con la pobreza, la contaminación y las desigualdades insostenibles.
Actualmente el mundo está muy polarizado entre aquellas personas que desean los cambios y, lo que es más importante, creen que son posibles y aquellas otras que tienen una visión pesimista de la situación y opinan que no hay solución.
A lo largo de la historia de la humanidad siempre ha habido cambios que hasta que no han sucedido, la inercia del momento hacía suponer que nada pasaría. Por ejemplo, la desaparición de la URRS, la caída del muro de Berlín, con la consecuente unificación de las dos Alemanias. Nelson Mandela, después de 27 años en la prisión, fue liberado en el 1990, se convirtió en el nuevo presidente de Suráfrica y acabó con el apartheid racista. Nadie se podría imaginar que esto pasaría, pero pasó.
También la historia nos muestra que han aparecido grandes seres que nos han mostrado el camino a seguir y han dado lugar a las principales religiones y culturas, aunque no parece que les hayamos hecho mucho caso. Las principales religiones esperan la venida de uno de estos seres; si aceptamos esta creencia como válida, y no seré yo quien la ponga en entredicho, este gran líder esperado, tendría que tener las siguientes características, desde mi punto de vista,:
1. Tiene que ser un representante de toda la humanidad y no de una religión en particular. Aunque el nombre varíe de una religión a otra, tiene que ser un guía para toda la humanidad.
2. Estamos al borde del precipicio, no puede tardar en darse a conocer y orientarnos en lo que tenemos que hacer. El mundo lo necesita ahora.
3. Como los problemas globales requieren soluciones globales, pienso que nos hablaría de unirnos, respetando la diversidad, distribuyendo los recursos del planeta para que todos, sin excepción, puedan vivir dignamente. Sin compartir, no puede haber justicia y, por lo tanto, no puede haber paz.
4. Yo lo veo como un arquitecto de una nueva manera de vivir pero nosotros tendríamos que hacerlo posible.
Por nosotros mismos no creo que evitemos la autodestrucción. Ojalá las grandes religiones estén acertadas en su creencia y recibamos la ayuda del gran líder que el mundo necesita. Pienso que lo mejor que podemos hacer es mantener la esperanza, creer que así será y no nos autodestruiremos.
Las siguientes frases son de la película Star Trek:
- “La esperanza es el poder más grande en el universo”
- “No hay límites para lo que podemos conseguir cuando trabajamos juntos”
Jordi Gas
Catedrático de matemáticas jubilado y exprofesor universitario.

















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