COSAS DE DE LA BIEN CERCADA
Miré los muros de la patria mía… Zamora
Miré los muros de la patria mía, si un tiempo fuertes ya desmoronados…Así iniciaba Quevedo uno de sus poemas más célebres. Las murallas convirtieron inexpugnable a la ciudad del Romancero. El paso del tiempo y la escasa sensibilidad hacia el pasado derrumbaron muchos de sus lienzos. Todavía, en 2024, permanecen en pie, si bien con múltiples desperfectos, numerosos cubos y tramos de las defensas medievales zamoranas. Francisco Guarido quiere, antes de cortarse la coleta política, liberar las murallas de la avenida de la Feria. Después, el Ministerio de Cultura deberá restaurarlas.
Recuperemos nuestra muralla medieval, pero, mientras se restauran, derribos esa muralla mental que impide a los zamoranos abrirse al futuro, pensar en libertad, exigir al poder, a este o al que venga; defendernos de los que nos castigan y desconfiar de las promesas del poder, que jamás se cumplan.
Los que sentimos Zamora en el alma pongámonos el peto y el espaldar de nuestra historia, de nuestra cultura, de nuestro legado monumental para que nuestra tierra conozca su renacimiento.
Eugenio-Jesús de Ávila
Miré los muros de la patria mía, si un tiempo fuertes ya desmoronados…Así iniciaba Quevedo uno de sus poemas más célebres. Las murallas convirtieron inexpugnable a la ciudad del Romancero. El paso del tiempo y la escasa sensibilidad hacia el pasado derrumbaron muchos de sus lienzos. Todavía, en 2024, permanecen en pie, si bien con múltiples desperfectos, numerosos cubos y tramos de las defensas medievales zamoranas. Francisco Guarido quiere, antes de cortarse la coleta política, liberar las murallas de la avenida de la Feria. Después, el Ministerio de Cultura deberá restaurarlas.
Recuperemos nuestra muralla medieval, pero, mientras se restauran, derribos esa muralla mental que impide a los zamoranos abrirse al futuro, pensar en libertad, exigir al poder, a este o al que venga; defendernos de los que nos castigan y desconfiar de las promesas del poder, que jamás se cumplan.
Los que sentimos Zamora en el alma pongámonos el peto y el espaldar de nuestra historia, de nuestra cultura, de nuestro legado monumental para que nuestra tierra conozca su renacimiento.
Eugenio-Jesús de Ávila



















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