Hacia una España lumpen

   Se habla de argentinización como vía hacia el desastre de una democracia de patota peronista, igual que degradada en lo económico y social a nivel de auténtico lumpen, exponente de la ruina de un sistema de convivencia. La panfletaria marxista utilizó el término para estigmatizar a un sector del proletariado que carecería de conciencia de clase, para ignorar a causa de un pauperismo extremo las excelencias de la revolución liderada por unos siempre fraternales partidos comunistas.

   A partir de modelos castristas, peronistas y chavistas, o sea, alianza de Puebla y la nueva komintern tercermundista,  en España se trabaja hoy a fin de convertir la sociedad en lumpen subvencionado gracias al Bienestar y el dispendio presupuestario, donde el objetivo es blindar latisueldos de casta política, pensiones y paguitas de clientelas privilegiadas, acompañadas de limosnas insultantes para una juventud condenada al paro, el desarraigo y la falta de futuro. Naturalmente, con mucho máster de relumbrón.

   Manipulación, demagogia y derroche llevan al convencimiento general de que todo pasa por el Estado, como instancia capaz de garantizar la miseria en forma de mínimos vitales, a través de la dádiva clientelar y el soborno de ciudadanos que dejan de serlo, bajo imperio de un totalitarismo funcionarial mutado a socialburocracia. Porque para el Estado, actualmente aparato recaudatorio disfrazado de gestión, una masa amorfa y gregaria dependiente del dinero público representa poder en forma de control. Y esto es lo que interesa como ambición de cualquier clase de socialismo, en particular la nueva Internacional comunista-indigenista, apadrinada por los enemigos de la poca libertad que queda. ¿El porvenir?; sin duda ruina y expolio, junto a la dictadura de patota y partido único. ¡Vamos!, que la Argentina pre Milei o peor, si cabe.