OPINIÓN
La mentira ha ganado las elecciones en USA
    
   
	    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        
    
    
    
	
	
        
        
        			        			        			        
        
                
        
        Gonzalo Julián
 
 
DONALD TRAMP ha ganado las elecciones de su País.  Las mentiras proferidas, ya sin reparo alguno, esperpénticas unas, desproporcionadas todas, lejos de pasarle factura, lo han catapultado al triunfo en esta jornada electoral. No analizaré –no me corresponde, no sé– la repercusión mundial que de seguro tendrá  esta decisión tomada por los americanos. Pero queda claro que en la política, junto a los extremismos y sus prerrogativas, se ha instalado la mentira... Mentira descarada convertida en verdad. Como ya hemos escrito aquí: “la verdad, oficialmente no existe”.  
En España lo llevamos viendo y sufriendo desde las últimas elecciones, cuando lo ajustadas de las mismas obligaron, por una parte, a acuerdos impropios y desconocidos hasta entonces, basados en cualquier concesión inaudita pero necesaria... para ÉL. También a convertir en eso, en mentira, las aseveraciones de campaña. Desde entonces todo lo que se dijera, que resultara inapropiado, pasaba a “no haberse dicho”; todo lo hecho, que resultara comprometido, “no se había hecho”; todo “lo imposible de hacer”, se iba a hacer.
 
En EEUU, la mitad de su población, en edad de votar, ha decidido que las sentencias de los juzgados, que los escarnios al rival y las mentira contra éste, las mentiras contra los de fuera, la afinidad con el invasor ruso, con el déspota norcoreano... “no existen, no importan o qué más dan”.  El llamado VOTO HISPANO parece haber tenido una importancia relevante a favor del candidato republicano, pese a haber dejado claro que deportará a sus hermanos ilegales, y que levantará muros kilométricos e infranqueables para evitar que sus primos puedan entrar, como un día hicieran ellos. 
 
Aquí ya tenemos también, la mentira instalada, instaurada y en uso. ¿Será la base para la victoria en las siguientes elecciones? 
 
Gonzalo Julián
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                                                                            	
                                        
                            
    
    
	
    
Gonzalo Julián
DONALD TRAMP ha ganado las elecciones de su País. Las mentiras proferidas, ya sin reparo alguno, esperpénticas unas, desproporcionadas todas, lejos de pasarle factura, lo han catapultado al triunfo en esta jornada electoral. No analizaré –no me corresponde, no sé– la repercusión mundial que de seguro tendrá esta decisión tomada por los americanos. Pero queda claro que en la política, junto a los extremismos y sus prerrogativas, se ha instalado la mentira... Mentira descarada convertida en verdad. Como ya hemos escrito aquí: “la verdad, oficialmente no existe”.
En España lo llevamos viendo y sufriendo desde las últimas elecciones, cuando lo ajustadas de las mismas obligaron, por una parte, a acuerdos impropios y desconocidos hasta entonces, basados en cualquier concesión inaudita pero necesaria... para ÉL. También a convertir en eso, en mentira, las aseveraciones de campaña. Desde entonces todo lo que se dijera, que resultara inapropiado, pasaba a “no haberse dicho”; todo lo hecho, que resultara comprometido, “no se había hecho”; todo “lo imposible de hacer”, se iba a hacer.
En EEUU, la mitad de su población, en edad de votar, ha decidido que las sentencias de los juzgados, que los escarnios al rival y las mentira contra éste, las mentiras contra los de fuera, la afinidad con el invasor ruso, con el déspota norcoreano... “no existen, no importan o qué más dan”. El llamado VOTO HISPANO parece haber tenido una importancia relevante a favor del candidato republicano, pese a haber dejado claro que deportará a sus hermanos ilegales, y que levantará muros kilométricos e infranqueables para evitar que sus primos puedan entrar, como un día hicieran ellos.
Aquí ya tenemos también, la mentira instalada, instaurada y en uso. ¿Será la base para la victoria en las siguientes elecciones?
Gonzalo Julián




















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