Miércoles, 05 de Noviembre de 2025

BALBINO LOZANO
Jueves, 12 de Diciembre de 2024
NUESTRA HISTORIA

El Obelisco de la Independencia

Las huestes de Napoleón habían arrollado en cien combates a los más poderosos ejércitos hasta llegar a la Península Ibérica, donde, a pesar  de la heroica resistencia, fueron cayendo en poder  de las tropas napoleónicas las más importantes ciudades.


Zamora se aprestaba a la defensa de la ciudad nombrándose una Junta de armamento y grupos de soldados salieron al encuentro de los franceses, distinguiéndose valerosamente en las adversas jornadas de Cabezón y Rioseco, donde murieron o fueron hechos prisioneros  casi todos nuestros hombres.


El Mariscal Bessieres que capitaneaba una división de doce mil hombres requirió a los de Zamora para que le abriesen pacíficamente sus puertas;  proposición que rechazaron los zamoranos aunque carecían de soldados para ello.  Se armaron los paisanos y dirigidos por militares retirados se prepararon para la resistencia, aunque en aquella ocasión no fue precisa porque el mariscal francés distrajo su atención en otros frentes.


Algún tiempo después los ejércitos invasores se propusieron tomar la plaza de Ciudad Rodrigo,  la que  estimaban  era  un importante apoyo para las operaciones iniciadas sobre Portugal.  

 

Por entonces los ejércitos de Montpetite y Lapisse determinaron marchar sobre Toro y Benavente para reunirse en Zamora en enero de 1809.  Las primeras avanzadas francesas llegaron el 5 de este mes a Monfarracinos con varios carros de municiones y dos piezas de artillería.  No vacilaron los zamoranos y así que supieron la llegada del enemigo y con tanto arrojo como celeridad salieron a aquel pueblo y se enfrentaron a los recién llegados logrando apoderarse de los cañones y hacer algunos prisioneros, regresando al día siguiente a la ciudad con todo lo apresado.


Cuando se acercaba el grueso del ejército invasor y, a pesar de que la Junta y algunas personas expertas  aconsejaban mantenerse dentro de la ciudad  a esperar acontecimientos, tan excitados estaban los ánimos de los zamoranos que unos pocos, mal armados, salieron en tropel y en el Puente de Villagodio se produjo una sangrienta lucha en la que los valientes patriotas zamoranos supieron hacer  durar un día entero el combate, aunque sucumbieron ante la superioridad de número de  atacantes, del armamento y de todas las notorias ventajas de los franceses.  

 

Ciento treinta zamoranos quedaron muertos en el campo y cerca de trescientos heridos, aunque no fueron  menores  las bajas del enemigo que también sufrió graves pérdidas.

 

Sitiada luego la ciudad durante seis días, fue tomada por asalto entrando por el lienzo de muralla de la Puerta de San Pablo.

Todos estos gloriosos hechos fueron analizados por el Concejo de la Ciudad y cuando en 1814 se vio libre  de las tropas napoleónicas, erigió la pirámide que se alza en las inmediaciones del Puente de Villagodio en homenaje a aquellos héroes que se enfrentaron  a los franceses en defensa de la independencia de la patria.

Balbino Lozano

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