NUESTRA HISTORIA
La Alcazaba y la Puerta Nueva
Antiguamente, el recinto de la ciudad zamorana se cerraba por la actual Plaza Mayor, por donde servía de límite la muralla. Podíamos decir que el último edificio urbano era la Iglesia de San Juan Bautista construida en la segunda mitad del siglo XII; lo que había fuera de las murallas eran arrabales. En la misma época en que se construía la iglesia, se abría una nueva puerta en la muralla para dar acceso al burgo y barrios del exterior; junto a esta puerta quedaba la iglesia que fue denominada San Juan de Puerta Nueva.
En las proximidades, la muralla tenía un torreón o alcazaba que dio nombre a la Calle de la Alcazaba que hoy conocemos como calle de los Herreros. Continuaba la muralla hacia el Palacio de Doña Urraca por la que fue calle de Trascastillo y que ahora es Ramón Álvarez.
El templo de San Juan ha evolucionado con reparaciones y modificaciones a través de los tiempos. En 1559 se hundieron la torre y gran parte de las cubiertas. En el siglo XVIII se construyó un ventanal traslucido, en el lado sur, de estilo gótico, frente a la calle Sacramento.
En el siglo XX se hicieron importantes reparaciones suprimiendo las edificaciones civiles adosadas por el lado de la Plaza Mayor y también se quitó la panera aneja en la que se venían encerrando los pasos antes de construirse el Museo de la Semana Santa.
La torre de la iglesia estuvo rematada por la conocida veleta de Peromato, cuya estatua fue retirada en 1987 y reemplazada por una réplica. El Peromato original se expone en el Museo Provincial de Zamora.
El edificio de San Juan de Puerta Nueva fue declarado monumento nacional en 1961, desde cuya fecha es uno de los exponentes del estilo románico de transición más visitado.
En el exterior de una de sus esquinas, luce una moderna estatua dedicada al MERLÚ, pareja de personajes típicos que salen en la procesión de Jesús Nazareno, vulgo Congregación, en la madrugada de cada Viernes Santo haciendo sus peculiares toque de corneta y tamboril. La escultura de MERLÜ, que se ha hecho célebre en los últimos años, fue realizada en 1996 por el artista zamorano Antonio Pedrero Yéboles.
En otra esquina de la iglesia, se encuentra emplazado el monumento al imaginero Ramón Alvarez autor de varios de los pasos que desfilan en nuestra Semana Santa.
Balbino Lozano
Antiguamente, el recinto de la ciudad zamorana se cerraba por la actual Plaza Mayor, por donde servía de límite la muralla. Podíamos decir que el último edificio urbano era la Iglesia de San Juan Bautista construida en la segunda mitad del siglo XII; lo que había fuera de las murallas eran arrabales. En la misma época en que se construía la iglesia, se abría una nueva puerta en la muralla para dar acceso al burgo y barrios del exterior; junto a esta puerta quedaba la iglesia que fue denominada San Juan de Puerta Nueva.
En las proximidades, la muralla tenía un torreón o alcazaba que dio nombre a la Calle de la Alcazaba que hoy conocemos como calle de los Herreros. Continuaba la muralla hacia el Palacio de Doña Urraca por la que fue calle de Trascastillo y que ahora es Ramón Álvarez.
El templo de San Juan ha evolucionado con reparaciones y modificaciones a través de los tiempos. En 1559 se hundieron la torre y gran parte de las cubiertas. En el siglo XVIII se construyó un ventanal traslucido, en el lado sur, de estilo gótico, frente a la calle Sacramento.
En el siglo XX se hicieron importantes reparaciones suprimiendo las edificaciones civiles adosadas por el lado de la Plaza Mayor y también se quitó la panera aneja en la que se venían encerrando los pasos antes de construirse el Museo de la Semana Santa.
La torre de la iglesia estuvo rematada por la conocida veleta de Peromato, cuya estatua fue retirada en 1987 y reemplazada por una réplica. El Peromato original se expone en el Museo Provincial de Zamora.
El edificio de San Juan de Puerta Nueva fue declarado monumento nacional en 1961, desde cuya fecha es uno de los exponentes del estilo románico de transición más visitado.
En el exterior de una de sus esquinas, luce una moderna estatua dedicada al MERLÚ, pareja de personajes típicos que salen en la procesión de Jesús Nazareno, vulgo Congregación, en la madrugada de cada Viernes Santo haciendo sus peculiares toque de corneta y tamboril. La escultura de MERLÜ, que se ha hecho célebre en los últimos años, fue realizada en 1996 por el artista zamorano Antonio Pedrero Yéboles.
En otra esquina de la iglesia, se encuentra emplazado el monumento al imaginero Ramón Alvarez autor de varios de los pasos que desfilan en nuestra Semana Santa.
Balbino Lozano



















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