La Vera Cruz, la preparación para la Crucifixión

Eugenio-Jesús de Ávila

La Vera Cruz viene viajando en el tren del tiempo desde el siglo XVI. Sobrevivió a creencias, filosofías, carencias y guerras. Y ahí está, cada tarde de Jueves Santo, con su terciopelo azul y sus pasos de la Pasión, hasta que la noche toma la ciudad, escribiendo la historia de nuestra Semana Santa. Mi abuela, cuando yo era un infante, me contaba las últimas horas del Nazareno, desde la Santa Cena, pasando por el Huerto de los Olivos, el Prendimiento para alcanzar La Flagelación. Los ojos de aquel niño que fui grabaron la violencia del Hombre, traducida en la tortura, la felonía, la cobardía y el odio.

El vía crucis de la vida, representado por las viejas rúas zamoranas. La cofradía de la verdadera cruz, decana entre las zamoranas y quizá entre las españolas, lo deja todo preparado para que un joven de 33 años fuese crucificado en el Gólgota al amanecer del Viernes Santo.