El Zamora demuestra que es el líder, en Aranda

El Zamora Club de Fútbol buscó esta tarde, en “El Montecillo”, los tres puntos hasta el pitido final del horrible árbitro del choque, aunque tuviera que conformarse con solo uno. Partido con dos intervenciones prodigiosas de Jon Villanueva: deteniendo una  pena máxima y a un lanzamiento de falta directa. Por lo demás, el meta vasco apenas tuvo más actuaciones decisivas.

Digamos que hubo dos partes conciertas diferencias. La primera entrega, con mayor presencia de la escuadra blanquiazul, pero sin que pusiera a prueba a Villanueva, y, la segunda, con mayor aporte futbolístico rojiblanco, que tardó en darse cuenta que podía salir victorioso de Aranda. Al final le faltó tiempo para conseguir las dos orejas y el rabo en el verde albero de “El Montecillo”.

Movilla decidió hoy alinear de salida a Sergio García, para dejar en el banquillo a Dani Hernández, titularísimo en los últimos partidos del equipo rojiblanco. El resto del equipo, los de casi siempre, con Chete de lateral derecho, puesto que sigue sin encontrar propietario. La medular para el trío Ramos, Fer y Juanan, y arriba, por la derecha Garban, a la siniestra Álvarez, y Sergio en la media punta.

Como digo, primeros 45 minutos de la Arandina, que, no obstante, tuvo su única y gran oportunidad, en una pena máxima, a la que respondió Villanueva con una gran parada. El Zamora también gozó de alguna ocasión, incluso clarísima, pero se careció de frialdad para definir ante el meta burgalés.

En la segunda entrega, el Zamora mandó en el partido, impuso su ritmo, su fútbol y gozó de algunas oportunidades. De los Mozos, ya en el minuto 58 introducía dos cambios de golpe, porque estaba viendo que su equipo había perdido el mando del choque. Movilla también movió el banquillo, con las entradas de Javi Rodríguez, por Sergio García, y de Dani Hernández, por Garban. Y, ya la final del encuentro, de Javi Bueno por Carlos Ramos.

Si exceptuamos una falta que lanzó la Arandina en el minuto 94, con la que finalizaría el partido, el Zamora ocupó el terreno rival en los últimos cinco minutos, si bien no obtuvo renta de su mayor presencia. Eso sí, demostró que Movilla quería los tres puntos. Lo peor, la expulsión, tonta, de Alcañiz en el tramo final del partido. Pero el colegiado demostró, hasta el último instante, su caserismo.

El Zamora continúa como líder de la clasificación, con un punto de ventaja sobre su rival de esta tarde, y abre brecha con Segoviana y Numancia, que perdieron en esta jornada. Entramos, pues, en el último tercio de la competición con ventaja,  mínima, pero ese era el deseo de Movilla cuando se hizo cargo, para cambiarlo, tanto que no lo conocer ni la madre que lo parió, de la plantilla rojiblanca.

Y, en la próxima jornada, otra salida complicada, al campo del filial del Numancia. Pero este Zamora no teme a nadie. El que da miedo es el equipo rojiblanco.