TERCERA DIVISIÓN
El Zamora, que se relajó en la segunda mitad, golea, pero recibe dos tantos
Hicieron el saque de honor los alcaldes de Moraleja, Casaseca de las Chanas, Madridanos y Corrales.
La lesión del portero del Virgen del Camino, Ismael, cuando aún no se había cumplido la primera media hora del partido, tras impactar la rodilla de David Álvarez contra su sien derecha y quedar diez minutos tendido en el césped, con la consiguiente alarma de sanitarios y jugadores de uno y otro equipo, pudo haber sido el punto de inflexión de un partido que ganó, sin apuros el cuadro rojiblanco, que terminó con nueve hombres sobre el césped, porque se retiró, por su propio pie, lesionado, por enésima vez, Javi Rodríguez, cuando ya se habían realizado los tres cambios reglamentarios; mientras David Álvarez, con una ostensible cojera deambulaba por las posiciones de ataque, más un Murci que también sufría las consecuencias de sus lesiones más el cansancio de tanto tiempo en el campo.
Hasta que Ismael salió en camilla del césped para ser trasladado al Virgen de la Concha, donde fue sometido a una serie de pruebas que, por suerte, no registraron gravedad alguna, el Zamora iba ganando con un gol, excelente, de David Hernández, el mejor de los rojiblancos, en el minuto 3 de partido. El Virgen de la Vega no se vino abajo y percutió por la banda derecha de la zaga rojiblanca, con centros que no llevaron mucho peligro. El equipo de Movilla, que solo alineó dos centrocampistas puros, Fer y Carlos Ramos, no dominaba la parcela central, por lo que apenas puso en apuros a la retaguardia leonesa. Pero sería la lesión del meta visitante lo que cambió todo, porque, nada más ser sustituido por Dani, meta suplente, tras un saque de esquina, Murci remachaba, a un metro de la portería, un lanzamiento a puerta. Dos minutos después, en el 32, David Álvarez hacia el tercero; mientras en el 36, Garban, a pase de David, anotaba el cuarto. Traduzco: el portero suplente del cuadro verdiblanco había encajado tres goles en seis minutos, en los tres disparos que el Zamora había realizado sobre su portería.
Movilla movió el banquillo nada más comenzar la segunda mitad, con entradas al campo de Chete por Asiel, que no tuvo su mejor tarde; y de Javi Rodríguez por Garban. Pero el que marcaba, rompiendo esa larga virginidad de la portería del Zamora en el Ruta de la Plata desde que se hizo cargo del equipo, fue el Virgen del Camino, por medio de Sergio, en un barullete en el área chica del Zamora, que la defensa rojiblanca no acertó a despejar.
Pero la réplica de los rojiblancos fue inmediata, con un gran gol de Carlos Ramos: un tremendo disparo, raso, ajustado al palo izquierdo de la meta leonesa. El autor del quinto tanto fue sustituido por Pipi, pues el zamorano acaba de recibir un tarjeta amarilla y Movilla no quería verse privado de otro jugador antes de tiempo.
Y, a partir de ahí, la zaga rojiblanca ofreció la peor cara de esta temporada, con desajustes, falta de fuerza, nerviosismo, tanto que el Virgen del Camino se hizo con la pelota para lanzar centros al área zamorana, mientras el cuadro de Movilla ya jugaba con solo diez hombres, o mejor dicho, con nueve, porque, si bien Rodríguez abandonó el campo, David Álvarez, cojeando, siguió sobre el césped más que nada para molestar a los defensas rivales. Y, como el Virgen de la Concha encontró debilidad en número y en físico en el Zamora, se buscó el segundo gol hasta que lo logró, en un cabezazo de Fran, libre de marca, que batió a Jon Villanueva, vendido.
Partido extraño, que transformó la lesión del meta visitante, las lesiones en el cuadro rojiblanco y una zaga que no respondió como en anteriores partidos.
Fotos: Esteban Pedrosa
La lesión del portero del Virgen del Camino, Ismael, cuando aún no se había cumplido la primera media hora del partido, tras impactar la rodilla de David Álvarez contra su sien derecha y quedar diez minutos tendido en el césped, con la consiguiente alarma de sanitarios y jugadores de uno y otro equipo, pudo haber sido el punto de inflexión de un partido que ganó, sin apuros el cuadro rojiblanco, que terminó con nueve hombres sobre el césped, porque se retiró, por su propio pie, lesionado, por enésima vez, Javi Rodríguez, cuando ya se habían realizado los tres cambios reglamentarios; mientras David Álvarez, con una ostensible cojera deambulaba por las posiciones de ataque, más un Murci que también sufría las consecuencias de sus lesiones más el cansancio de tanto tiempo en el campo.
Hasta que Ismael salió en camilla del césped para ser trasladado al Virgen de la Concha, donde fue sometido a una serie de pruebas que, por suerte, no registraron gravedad alguna, el Zamora iba ganando con un gol, excelente, de David Hernández, el mejor de los rojiblancos, en el minuto 3 de partido. El Virgen de la Vega no se vino abajo y percutió por la banda derecha de la zaga rojiblanca, con centros que no llevaron mucho peligro. El equipo de Movilla, que solo alineó dos centrocampistas puros, Fer y Carlos Ramos, no dominaba la parcela central, por lo que apenas puso en apuros a la retaguardia leonesa. Pero sería la lesión del meta visitante lo que cambió todo, porque, nada más ser sustituido por Dani, meta suplente, tras un saque de esquina, Murci remachaba, a un metro de la portería, un lanzamiento a puerta. Dos minutos después, en el 32, David Álvarez hacia el tercero; mientras en el 36, Garban, a pase de David, anotaba el cuarto. Traduzco: el portero suplente del cuadro verdiblanco había encajado tres goles en seis minutos, en los tres disparos que el Zamora había realizado sobre su portería.
Movilla movió el banquillo nada más comenzar la segunda mitad, con entradas al campo de Chete por Asiel, que no tuvo su mejor tarde; y de Javi Rodríguez por Garban. Pero el que marcaba, rompiendo esa larga virginidad de la portería del Zamora en el Ruta de la Plata desde que se hizo cargo del equipo, fue el Virgen del Camino, por medio de Sergio, en un barullete en el área chica del Zamora, que la defensa rojiblanca no acertó a despejar.
Pero la réplica de los rojiblancos fue inmediata, con un gran gol de Carlos Ramos: un tremendo disparo, raso, ajustado al palo izquierdo de la meta leonesa. El autor del quinto tanto fue sustituido por Pipi, pues el zamorano acaba de recibir un tarjeta amarilla y Movilla no quería verse privado de otro jugador antes de tiempo.
Y, a partir de ahí, la zaga rojiblanca ofreció la peor cara de esta temporada, con desajustes, falta de fuerza, nerviosismo, tanto que el Virgen del Camino se hizo con la pelota para lanzar centros al área zamorana, mientras el cuadro de Movilla ya jugaba con solo diez hombres, o mejor dicho, con nueve, porque, si bien Rodríguez abandonó el campo, David Álvarez, cojeando, siguió sobre el césped más que nada para molestar a los defensas rivales. Y, como el Virgen de la Concha encontró debilidad en número y en físico en el Zamora, se buscó el segundo gol hasta que lo logró, en un cabezazo de Fran, libre de marca, que batió a Jon Villanueva, vendido.
Partido extraño, que transformó la lesión del meta visitante, las lesiones en el cuadro rojiblanco y una zaga que no respondió como en anteriores partidos.
Fotos: Esteban Pedrosa



























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