TERCERA DIVISIÓN
El Zamora se abona al empate a domicilio
Los rojiblancos empatan sin goles en el feudo del Atlético Tordesillasas, en un partido el que merecieron imponerse, pero fallaron, como casi siempre, ocasiones clarísimas
El Zamora ha perdido el liderato por errores domésticos. Si se marran oportunidades claras y, además, el portero rival realiza tres intervenciones excelentes –los arqueros también forman parte de cualquier equipo-, lo lógico es no ganar, y, como premio no perder. Pero una escuadra que aspira a ganar la Liga en este grupo VIII de Tercera División debería, por obligación, sumar de tres en tres fuera del Ruta de la Plata, salvo cuando se enfrente a equipos de su nivel. Pero, y que me perdonen los seguidores del Tordesillas, sumar solo un punto en Las Salinas, frente a un equipo de la media de esta categoría, debe considerarse como un fracaso.
Esta tarde, nada más empezar, Murci gozó de la primera oportunidad, a la que puso rúbrica el meta Falero, que poco después, volvió a intervenir, con acierto, ante Sergio, que también fallaría otras dos ocasiones claras para abrir el marcador.
El cuadro rojiblanco mandaba, pero sin realizar un buen juego, no sé si debido al mal estado del césped, o a que hoy Carlos Ramos careció del mando para abrir juego por las bandas, para que penetraran las duplas Sergio-Garban, por la derecha, y Dani Hernández-Coque, por la siniestra, y que Murci rematase las jugadas. Pero nada de eso sucedió. De hecho, el cuadro rojiblanco –esta tarde blanquinegro, como en Soria- mostraba mayor peligro en el fútbol estático, como saques de esquina y faltas. Porque el Atlético Tordesillas, durante la primera mitad, no disparó entre los tres palos.
Más de lo mismo en la reanudación. Parecía que era imposible superar al meta local. Y llegó el momento de que Movilla hiciera cambios. El primero, el de David Álvarez por Sergio García. El asturiano aportó más velocidad y una gran ocasión. Poco después, modificación en la medular, abandonaba el campo Fer para dar entrada a Javi Bueno y también entró Raúl Álvarez por Garban.
El cuadro de Movilla se hizo con el balón a medida que el tiempos se agotaba, mientras el equipo vallisoletano se parapetaba para buscar sorprender al contragolpe. Y pudo haber obtenido fruto esa táctica en los compases finales, pero hubiera sido injusto.
Cierto que el Zamora debió ganar al Tordesillas, pero no se puede subir de categoría si se falla tanto lejos de tu lar.
Foto: cedida por el Zamora Club de Fútbol
El Zamora ha perdido el liderato por errores domésticos. Si se marran oportunidades claras y, además, el portero rival realiza tres intervenciones excelentes –los arqueros también forman parte de cualquier equipo-, lo lógico es no ganar, y, como premio no perder. Pero una escuadra que aspira a ganar la Liga en este grupo VIII de Tercera División debería, por obligación, sumar de tres en tres fuera del Ruta de la Plata, salvo cuando se enfrente a equipos de su nivel. Pero, y que me perdonen los seguidores del Tordesillas, sumar solo un punto en Las Salinas, frente a un equipo de la media de esta categoría, debe considerarse como un fracaso.
Esta tarde, nada más empezar, Murci gozó de la primera oportunidad, a la que puso rúbrica el meta Falero, que poco después, volvió a intervenir, con acierto, ante Sergio, que también fallaría otras dos ocasiones claras para abrir el marcador.
El cuadro rojiblanco mandaba, pero sin realizar un buen juego, no sé si debido al mal estado del césped, o a que hoy Carlos Ramos careció del mando para abrir juego por las bandas, para que penetraran las duplas Sergio-Garban, por la derecha, y Dani Hernández-Coque, por la siniestra, y que Murci rematase las jugadas. Pero nada de eso sucedió. De hecho, el cuadro rojiblanco –esta tarde blanquinegro, como en Soria- mostraba mayor peligro en el fútbol estático, como saques de esquina y faltas. Porque el Atlético Tordesillas, durante la primera mitad, no disparó entre los tres palos.
Más de lo mismo en la reanudación. Parecía que era imposible superar al meta local. Y llegó el momento de que Movilla hiciera cambios. El primero, el de David Álvarez por Sergio García. El asturiano aportó más velocidad y una gran ocasión. Poco después, modificación en la medular, abandonaba el campo Fer para dar entrada a Javi Bueno y también entró Raúl Álvarez por Garban.
El cuadro de Movilla se hizo con el balón a medida que el tiempos se agotaba, mientras el equipo vallisoletano se parapetaba para buscar sorprender al contragolpe. Y pudo haber obtenido fruto esa táctica en los compases finales, pero hubiera sido injusto.
Cierto que el Zamora debió ganar al Tordesillas, pero no se puede subir de categoría si se falla tanto lejos de tu lar.
Foto: cedida por el Zamora Club de Fútbol



























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